El Barcelona del Lionel Messi se clasificó para las semifinales de la Copa del Rey de España de fútbol, al empatar como local 2 a 2 ante su clásico rival, Real Madrid, y beneficiarse con el 2-1 de la ida. Los goles de Barcelona fueron anotados por Pedro (luego de una asistencia deliciosa de Messi, que no pudo igualar a César Rodríguez como el máximo goleador en los clásicos) y Dani Alves, ambos en el final del primer tiempo; Cristiano Ronaldo, en su primer gol en el Camp Nou, y Karim Bemzemá alcanzaron el empate para el Madrid ya en el complemento.
La visita dejó de lado el planteo especulador de la ida y la ambición le dio resultados, teniendo el argentino Gonzalo Higuaín dos chances claras que no supo concretar. El cambio se dio cuando apareció Messi. Seguido en la carrera por Xabi Alonso, y a las puertas del área, metió un pase perfecto para la entrada de Pedro, que puso el 1-0. Los minutos hasta el cierre de la etapa fueron vibrantes: Messi recibió la amarilla por una fuerte falta a Pepe, el rosarino recibió después una dura entrada de Lass y, del tiro libre consecuente, llegó el segundo tanto ‘culé‘. Dani Alves sacó un zapatazo hermoso desde el borde del área tras el rebote, que se clavó en el ángulo más lejano del Iker Casillas.
Toda la tranquilidad acumulada por Barcelona en el primer tiempo se diluyó, sorpresivamente, en el segundo: el Real Madrid resucitó, incluso sobreponiéndose a un gol anulado. Cristiano Ronaldo terminó con el maleficio y anotó su primer gol en el Camp Nou para el descuento, a los 22m, y Karim Benzemá, que entró por Higuaín, empató a los 26m. En ese escenario surgió, una vez más, Lionel Messi. Primero con una corrida y habilitación para Piqué que el central no llegó a conectar; después con un remate desde la puerta del área que se fue cerca. Sobre el final del juego, los de Mourinho volvieron a apelar al juego brusco y sufrieron la expulsión de Ramos. Festejó el Barcelona y Messi demostró, otra vez, su calidad.

