"Hay que levantarse rápido". Casualidad o no, idéntica frase enunciaron los Lionel, Messi y Scaloni, capitán y entrenador de Argentina, apenas consumado el 0-2 ante Uruguay en la Bombonera el jueves por la noche. El golpe en el clásico más antiguo del mundo, ante la Celeste del Loco Bielsa, se hizo sentir en la mandíbula del campeón del mundo, pero... como buen monarca no hay tiempo para lamentos. Más bien todo lo contrario. Más aún si se mira el horizonte de la sexta fecha de Eliminatorias Sudamericanas: el martes, en el mítico Maracaná, se visita a Brasil. Un Brasil lejos de sus mejores épocas, pero Brasil al fin. Un dato: la verdeamarella jamás perdió por Eliminatorias jugando de local.

Argentina vio antenoche cómo Uruguay lo maniató y le encendió varias alarmas. A Scaloni y compañía. La intensidad conocida de los equipos de Bielsa fue demasiada para una albiceleste errática como pocas veces en el último tiempo y con algunos players en un nivel bajísimo: Nicolás González, Alexis Mac Allister, Nahuel Molina, por citar algunos casos.

Brasil sufre por las lesiones de sus figuras: Neymar, Casemiro, Richarlison y ahora Vinicius.

Pero Argentina, que ayer ya practicó por la mañana en Ezeiza (ver aparte), se prepara para ir a Brasil. Lugar donde comenzó la enorme seguidilla de 36 partidos invicta que tuvo esta gestión hasta el Mundial pasado. Es que en el 2019 y por una semis de aquella Copa América, Argentina cayó 2-0 ante el local, a la postre el campeón. De ahí, hasta el debut con Arabia Saudita en "Qatar 2022" afrontó 36 partidos y nunca más perdió. Cayó en el bautismo en el Mundial y luego sólo salió del campo como ganador para sumar la tercera estrella. Hasta el jueves, el invicto era de 14 encuentros, incluso con el Dibu Martínez teniendo un invicto en su arco de 751 minutos.

Una deficitaria labor como la exhibida ante la Celeste no debería cambiar la hoja de ruta de Scaloni. El nacido en Pujato tiene diversos méritos, acaso uno de los principales durante su mandato al frente de la selección sea la de (casi siempre) tener la lectura correcta para cada circunstancia. El desafío de ir al Maracaná en apenas cuatro días será una nueva prueba en ese sentido. Si bien pueden darse algunos cambios de nombres en el once inicial, la idea de ser protagonistas y contar con una formación compacta no debería sufrir modificaciones sustanciales. Hasta acá se llegó con esa receta y los resultados han sido más que destacados. Las tres coronas (Mundial, Copa América, Finalissima) son apenas la muestra final de un trabajo bien realizado y que tiene en el recambio una gran arista. Quizá por ahí es donde Scaloni deba empezar a hurgar cada vez más...

> Sin clausura

Ayer se levantó la clausura de la Bombonera (foto) que pesaba desde la noche del jueves, luego del partido disputado en ese estadio entre la Argentina y Uruguay. La medida dejó de correr desde ayer cuando la dirigencia de Boca pagó la multa, cuya "módica" suma no fue revelada.

La noticia de la clausura había trascendido poco después del final del encuentro en el que la selección campeona del mundo perdió 2-0 contra Uruguay. Fue el propio club el que emitió un fuerte comunicado al respecto: "A pesar de no haber superado la capacidad máxima del estadio, la agencia gubernamental de control del GCBA decidió, finalizado el encuentro, la clausura de la Bombonera por alegar que se había superado su capacidad de aforo". Esto sucede en medio del clima eleccionario del club, en donde se enfrentarán dos fórmulas, con Román Riquelme de un lado y Mauricio Macri del otro.