Los coches inscriptos en el Dakar cuentan por lo general con un equipo integrado por un piloto y un copiloto, aunque hay un puñado de aventureros que afrontan el desafío en solitario. Quieren afrontar el desierto en solitario, pero han descartado la moto o el quad. Son apenas una decena los pilotos que optaron por participar en solitario en la categoría de coches, renunciando a la ayuda en la navegación y a la conversación de un copiloto. Esta cita con uno mismo es la que protagonizan pilotos como el italiano Eduardo Mossi o el español Ignacio Corcuera, que disputa su primer Dakar pero goza de amplia experiencia en este modo de conducción en raids.

En un estilo totalmente diferente, los buggies monoplaza, están concebidos como estructuras minimalistas con una relación peso/potencia especialmente favorable. Los primeros vehículos aparecieron hace ya unos años, y han pagado los defectos de su juventud en forma de abandonos prematuros. Sin embargo, Tim Coronel, el mejor embajador de esta subcategoría, tiene el historial intacto al volante de su buggy McRae, con el cual logró arañar una 34ta posición el año pasado. “Y este año aspiro a terminar entre los 20 primeros”, advirtió el holandés. Fuente: prensa Dakar