A levantar. Desamparados sumó la segunda caída en fila en esta Zona B y quedó 11mo en la tabla de posiciones. Tendrá que mejorar bastante para dar pelea y acceder a la zona de clasificación.

El coro de silbidos de los hinchas cuando el árbitro pitó por última vez dejó bien claro lo que habían observado durante los 90 minutos. La lluvia fue la escenografía de una nueva desilusión de Desamparados, al sumar su primera caída como local en este Federal A por la Zona B. El 0-1 de anoche recibiendo a Villa Mitre lo dejó 11mo, aunque a sólo tres puntos del último lugar de clasificación. El problema del equipo es justamente su rendimiento, tal cual manifestaron varios de los propios jugadores tras la derrota.

Desamparados no mostró casi nada en los primeros 45" en el Serpentario. Un equipo que pese a sus buenas intenciones, no pasó de eso al momento de generarle riesgo al adversario. No hubo sociedades que le permitieran al equipo aproximarse con riesgo al arco del bahiense. Eso se tradujo en un parcial demasiado friccionado y con la visita siempre a la espera de un error del puytano. En ese contexto se dieron apenas dos situaciones claras para marcar. Los dirigidos por Magistretti tuvieron la más clara a los 28" cuando un centro que derivó en tiro al arco por parte de Tapia, encontró la estirada de Tavoliere. En el rebote que brindó el cuidapalos, ni García ni Montejano pudieron darle al balón para abrir el marcador y se diluyó el riesgo en el arco. Montejano tuvo alguna aproximación con un remate de media distancia que se fue desviada. A los 38", Villa Mitre casi aprovecha una pésima salida de Torres del fondo, pero Crusat le ganó el mano a mano a Formigo.

La tónica del complemento fue casi idéntica: muy poco fútbol y casi nada de emociones en una noche donde la lluvia aumentó el fastidio de los simpatizantes. En ese contexto, Desamparados pagó demasiado caro un error que derivó en el tanto de Villa Mitre. A los 16", con un zurdazo exquisito de Nicolás Palacio se puso arriba y eso le permitió sumar tres puntos sin hacer ninguna maravilla en el césped. Es que pese a faltar media hora de juego, el víbora jamás inquietó seriamente al arquero contrario. Magistretti buscó las variantes con las modificaciones pero ningún ingreso cambió la tónica del juego. Además, la falta de astucia de los jugadores locales hicieron que casi no remataran al arco bahiense. Todo un síntoma de los desorientado que se encuentra el equipo en su año del Centenario.


Escaso
 

La lluvia y el día no laboral seguramente tuvieron que ver con el pobre marco de público que se observó anoche en el Serpentario. Es que no más de dos mil hinchas dijeron presente para alentar al equipo, en una de las concurrencias más bajas de los últimos tiempos en Desamparados. El denominador común fue el enojo con el mal presente.