Los errores se pagan caro, reza un viejo refrán tanto del fútbol como de la vida. Eso Desamparados lo tiene en claro desde anoche cuando una mala labor de su arquero, Pablo Pelayes, conspiró contras sus chances de traerse un buen resultado de Río Cuarto ante Estudiantes. El Víbora terminó cayendo por un doloroso 5-2 ante los cordobeses, por la tercera fecha del Clausura del grupo 3 del Argentino A, en una noche que terminó de la peor manera a pesar que daba la sensación que estaba para mucho más e incluso se fue al descanso ganando.
Desde el inicio, Sportivo se le paró de igual a igual al local. Desde la lucha en el medio de Campo, paró un equipo ambicioso. Por eso a los 6′ estuvo cerca del primero cuando un centro de Benito rasante no pudo ser desviado por ningún compañero. Estaba bien el puyutano, que le faltaba el toque final. Pero a contramano del trámite del encuentro, a los 14′ un grosero error del arquero Pelayes derivó en el gol de los cordobeses. Un pase en profundidad quedó demasiado largo y todo parecía simplificarse con la llegada del uno sanjuanino, a quien se le escapó la pelota y así Nicolás Gatto, justamente alguien que sonó para ser refuerzo del equipo de Dillon, clavó el primero. Aunque al toque ocurrió el quiebre del partido. Porque el zaguero local, Acosta, se hizo expulsar al pegarle un codazo a Parisi y todo se modificó. A los 29′, el propio Toro guapeó una pelota y obtuvo el premio en su segundo gol del 2010. No dejó acomodarlo al rival y tres minutos más tarde, Ceballos metió un derechazo tremendo a la salida del área para irse arriba en el marcador. Recién en ese momento el técnico del León, Hugo Mattea, decidió el ingreso de un central y la salida del sanjuanino Luis Pérez de la zona de volantes. Una demora de la cual Desamparados supo sacar provecho en la primera parte y por eso llegó al descanso con una amplia sonrisa.
Fue justamente esa felicidad la que se esfumó en los diez primeros minutos del complemento. Le pasó de todo al Víbora en ese pequeño lapso y jamás se pudo recuperar pese al esfuerzo y al amor propio que demostró. El primer mazazo fue a los 2′ con la expulsión de Palomeque. Al toque, tal cual le pasó en Bahía Blanca ante Villa Mitre, recibió el empate con el cabezazo de Gatto. A los 6′ vino un impacto más que duro luego que Pelayes no pudiera contener un centro fácil y Zalazar la empujó sobre la línea para el tercero. Demasiados golpes y más aún cuando a los 10′ Gatto se hizo un festival al marcar el tercero de la noche. Desamparados fue como pudo. Parisi casi descuenta, aunque el pampeano se demoró en la definición y esa esperanza se esfumó. También Lima estuvo cerca con un zurdazo bajo cerca del final, aunque le faltó un poco de puntería. En realidad, el partido quedó definido con el cuarto. Por eso el quinto de Bottino sirvió sólo para las estadísticas.