
Redonda, redonda, le salió la calurosa tarde de ayer al Deceuninck Quick Step. El equipo belga que tiene al joven Remco Evenepoel como líder de la clasificación general de la Vuelta se dio el lujo ayer de festejar la etapa con una magistral acción que plasmó sobre el pavimento del Autódromo San Juan-Villicum, su ciclista checo Zdenek Stybar, quien atacó faltando casi un kilómetro e hizo derrapar las intenciones de los otros conjuntos de llegar a un embalaje masivo.
Stybar, el penúltimo lanzador de Álvaro Hodeg, logró así su victoria 29 en 16 años de profesional, siendo la de ayer la primera en América. Además, la escuadra belga arribó así a su triunfo 749 dentro del máximo estamento del ciclismo mundial.
El tramo que unió Albardón con la Difunta Correa se desarrolló con bastante serenidad para el líder de la clasificación general. Posiblemente influyó la elevada temperatura y el sedimento que dejó sobre las piernas de los ciclistas la etapa reina, que por su modificación horaria, les dio medio día menos de recuperación.
Un par de fugas tempranas, huecos que cerró con rapidez el pelotón antes de salir de San Martín dieron lugar para que antes de entrar a Caucete un trío de valientes abrieran una brecha de 3 minutos al pasar por el Control Forestal. La diferencia que habían sacado el serbio Veljko Stojnic (Vini Zabu-KTM), el español Jokin Aranburu (Fundación Orbea) y el panameño Christopher Jurado, vistiendo la camiseta de la selección de su país bajó a 2m06 al pié de la Cuesta de las Vacas. Se redujo a 47 segundos al coronar la meta de montaña en Caputo y se esfumó tras "bajar" hasta el santuario de la Difunta Correa.
En la segunda meta de montaña Oscar Sevilla (Team Medellin) intentó herir al líder y, aunque con él coronaron el puerto el francés Guillaume Martín (Cofidis) y el argentino Juan Pablo Dotti (SEP-San Juan) no pudieron con el blindaje que realizaron los hombres del Deceuninck de su malla líder. Esa meta intermedia entronizó al primer malla líder de la carrera. Martin sumó dos puntos y se adueñó de la clasificación de la montaña, debido a que en la etapa de esta tarde en la Avenida no hay esfuerzos de altura.
El regreso de Vallecito se hizo en un elevado ritmo, por lo que nadie pudo escaparse hasta que a la altura de Estación Guayama con Laureano Rosas (Puertas de Cuyo) como fogonero se armó una fuga de cuatro corredores. Al florense, triple ganador de la Vuelta, lo acompañaron en el intento el marplatense Agustín Fraysse (Selección Argentina) y los italianos Mirco Maestri (Bardiani CSF-Faizane) y Andrea Di Renzo (Vini Zabu-KTM). Entre ellos se repartieron los tres puestos de la última meta sprinter que se realizó en San Martín.
Neutralizados en Angaco por un pelotón que tiraban los hombres del equipo del líder, del BORA y Cofidis, faltando una decena de kilómetros no se escapó nadie más.
Llegaron todos al autódromo y cuando se esperaba un embalaje masivo, Stybar aprovechó el ancho de la cuerda y rompió toda chance de embalaje grupal.
Cosa juzgada
Queda una sola jornada para que la 38º edición de la Vuelta a San Juan sea historia. Han pasado seis días en los que los ciclistas devoraron kilómetros bajo el abrasador calor del verano y da la sensación que a la carrera le sobraron dos etapas. La solidez demostrada por el joven malla líder, Remco Evenepoel, y la defensa sin fisuras que realizó ayer su equipo, que aparte de mantener indemne al dueño de la general, se dio el lujo de ganar la etapa; dan por tierra con cualquier aventurado pronóstico sobre algún cambio en el liderazgo.
Hay un código no escrito en el ciclismo profesional sobre no atacar al líder en la última etapa. Se le puede disputar el parcial pero no la general, por lo que la carrera ya esta cerrada bajo siete llaves.

