Cualquiera puede ser la categoría y el jugador, pero la frase se repite inexorablemente. "Hay que hacerse fuerte jugando de locales”, es el slogan-premisa. Con Rubén Forestello como técnico de San Martín este objetivo está más que cumplido. Un dato: con el Yagui, el Verdinegro solo perdió un encuentro de los 9 que disputó en San Juan. Y justamente fue el primero, cuando el coach asumió en marzo del año pasado, todavía en Primera, y fue derrota 3-2 en el clásico ante Godoy Cruz, jugado en el Bicentenario. De ahí en más, nunca más San Martín salió del Hilario Sánchez y con Forestello se encadenaron 8 victorias: 5 en Primera y 3 en la actual campaña. Por eso, desde las 22 horas recibiendo al golpeado Guaraní de Misiones, la idea es que la fortaleza siga bien firme, pensando que a fin de año se concrete ese sueño de siete letras: ascenso.

Este plantel de San Martín se sacó el domingo pasado una verdadera mochila como era ganar de visitante. El 2-1 contra Aldosivi en La Feliz (había empezado perdiendo) lo dejó a un paso de la punta de la Zona A y con doce unidades. En Concepción, San Martín impone respeto como pocos clubes en la categoría y sus números así lo avalan. Tres partidos jugados en este campeonato y todas victorias por 2-0, es decir sin que Luis Ardente tenga que buscar la pelota en su arco. La solidez defensiva del equipo es otro punto fuerte: solo recibió tres goles en los 540" disputados.

El once inicial tendrá solo una modificación. Será en el doble cinco pues acompañando al capitán, Maxi Bustos, estará Marcos Gelabert, un jugador distinto que, junto con Federico Poggi y Mauro Bogado, son los creadores de juego del equipo de tres cuarto de cancha en adelante. El que sale es Ramiro López, por una decisión táctica.

Guarani, club que ascendió a la B Nacional tras navegar 26 años en el torneo Argentino, viene dolido. No ganó en los cinco partidos que disputó e incluso como local no pudo marcar ni un gol. Pese a la pobre campaña con apenas 3 puntos, su técnico, José María Bianco, cuenta con el respaldo de la dirigencia y por ahora su puesto no corre peligro. Al fin y al cabo el Chaucha es el que lo ascendió.