Darío Ruarte se paró frente a la pelota detenida en el punto del penal, con la responsabilidad de convertir con su remate lo que sería una clasificación histórica para Villa Etelvina. Ya habían pasado 90 intensos minutos de fútbol en los que Punta del Médano había conseguido lo que ningún otro equipo de esta edición del Torneo de Campeones, Copa Challenger DIARIO DE CUYO, había hecho: ganarle al equipo caucetero. Ese 2-1 empardó el marcador que había logrado a su favor el ‘Aleluya’ en la ida y en los penales de desempate, ambos equipos habían convertido sus primeros 5 remates hasta que en el 11mo el arquero Martín Arrieta había detenido el remate del defensor Juan Díaz.
Con los últimos minutos de luz solar Ruarte consiguió que la pelota sacudiera la red y la historia estaba sentenciada. Villa Etelvina se enfrentará en la gran final con Defensores de Boca.
Los cauceteros, campeones del Clausura, desataron el festejo por una clasificación que estuvo en duda hasta último momento por el buen papel del conjunto de Cochagual, que recién el año pasado se inscribió en la Liga de Sarmiento.
EL PARTIDO
No pasaron más de 5 minutos de juego que Punta del Médano pasó a dominar el mediocampo y a visitar seguido el arco de Arrieta. Luego de dos avisos muy claros, a los 18 minutos Mauro Fornari (sobrino nieto de Oscar) aprovechó al máximo un tiro libre para estampar la pelota junto al segundo palo y poner en ventaja a ‘Los Pumas’. El marcador global estaba parejo y Etelvina sintió el impacto. La visita lastimaba mucho con las asociaciones que nacían en las bandas y los 27 Arrieta tuvo la atajada del partido, al estirarse y desviar un disparo de Martín Fernández. Y del córner salió el centro para que Felipe Páez pusiera el 2-0. En ese momento, los de Cochagual estaban en la final. Cada equipo tuvo dos chances clarísimas para convertir y a los 44 llegó un gol clave. Sergio ‘Cebolla’ Vega sacó una impresionante volea para el 1-2 que ponía otra vez en carrera al dueño de casa.
En el complemento, el árbitro Alberto Gómez tomó más protagonismo al expulsar a los 6 minutos por doble amarilla a Enzo Trigo en el local, aunque nadie en el estadio vio cuando ocurrió el hecho de la primer tarjeta. Ocho minutos después el que dejaba con 10 a Los Pumas era Páez. El final podría haber sido otro si el juez sancionaba la alevosa mano en el área de Etelvina del defensor Agüero a los 40 minutos, pero ese penal nunca se pateó. El que sí marcó Ruarte y el que había atajado Arrieta determinaron que Etelvina sea como su apodo, un gran Aleluya.

