El superclásico es único, en gran medida, por lo que genera en su contexto. La pasión de los hinchas lo hace distinto a todo, pero en esta ocasión habrá duelos tan o más importantes dentro del césped como el que podría darse con ambas parcialidades. Tanto Guillermo Barros Schelotto en Boca como Marcelo Gallardo en River, pergeñaron esta final para sacar máximo rédito de sus virtudes y dañar al rival en sus falencias. Están los cruces personales entre defensores y delanteros, más los duelos picantes con mucha pierna fuerte en el centro del campo, que le darán aún más temperatura al encuentro. Por eso también es vital comprender qué tiene y qué pretende realizar cada equipo buscando el mejor resultado en esta ida de 90 minutos, sabiendo que en dos semanas espera el capítulo decisivo en Núñez.


Boca logró cierta consistencia como conjunto, con la premisa de no salir ciegamente a atacar desde el minuto inicial, además de una mitad de cancha más batalladora, con Nahitan Nández, Wilmar Barrios y Pablo Pérez como ejes.


Más allá de desempeños que por ahí no llegaron a ser trascendentes, el delantero cordobés Cristian Pavón sigue siendo importante no sólo en el andamiaje ofensivo sino también en la labor de recuperación de pelota, en tanto que el goleador Darío Benedetto parece haber recuperado su olfato, a punto de firmar tres goles (dos en casa, el otro en Brasil) en la semifinal ante Palmeiras. Aun así, el "Mellizo" sigue sin darle lugar en el equipo titular y el referente de área del Xeneize será "Wanchope" Abila. En tanto que Pablo Pérez trabajó en forma diferenciada en los últimos días en el elenco de Guillermo Barros Schelotto producto de un fuerte estado gripal. La presencia del ex Newell's parece garantizada, aunque cualquier eventual ausencia en la jornada de hoy, le abriría la puerta a Fernando Gago o a Agustín Almendra, quienes esperarán en el banco.

"No es más que un partido de fútbol. Entre todos tenemos la oportunidad de hacer un fútbol diferente, mejor".
Claudio Tapia - Presidente AFA


Por el lado riverplatense, la ausencia del desgarrado Leonardo Ponzio implicará una estructura diferente en la zona central, con la hipotética inclusión de dos mediocampistas de contención (Enzo Pérez, Bruno Zuculini) para liberar por las bandas a Ignacio Fernández, por derecha, y Ezequiel Palacios, por izquierda. Matías Biscay, principal asistente del "Muñeco" Gallardo, que hoy asumirá las riendas de la conducción, mostró el carnet de socio adherente al "club del misterio" y tampoco confirmó la alineación de su equipo. Aunque se deduce podría mantenerse en el libreto del 4-4-2.


Boca-River, el cruce al que muchos califican como la "mejor final" del mundo futbolístico, atribuyéndole incluso un carácter superior a una eventual definición de Copa del Mundo entre Argentina y Brasil, vivirá hoy el capítulo uno de la final del torneo más importante a nivel continental.


Un terreno de juego embarrado ante el presagio de lluvias y tormentas eléctricas previsto para la noche del viernes y madrugada del sábado podría agregarle un condimento épico a una definición en la que nadie parece quedar ajeno.