Los partidos amistosos sirven para esto. Para desarrollar la capacidad de un equipo a adaptarse a distintos sistemas tácticos. O también para, como pasó durante casi veinte minutos de la etapa inicial, jugar con diez hombres, en este caso por la lesión de Diego Nadaya. Con esta premisa, Darío Franco pensó en un sistema alternativo a su habitual 4-2-1-3 con el cual tiene pensando arrancar. Ante el revolucionado Juventud Unida de Teté Quiroz, en San Luis, probó un 3-3-1-3. Fue un testeo para sus futbolistas que lo sacaron adelante una vez que se acomodaron en el campo de la mejor forma. El 1-0 a su favor gracias al gol de Sebastián Penco en el complemento (el mismo resultado que en los anteriores dos amistosos) sirve para continuar ganando en confianza. Claro que el árbol no debe tapar el bosque y comprender que con este dibujo, en gran parte de la etapa inicial fue superado en el medio.

Sosa-Alderete-Melo resultó el trío de zagueros. Parados desde el inicio y hasta el final de los primeros 40′. No como en los anteriores dos ensayos de forma transitoria. Hubo sincronización entre ellos, pero el déficit se observó en la contención. Los volantes externos, por momentos devenidos en defensores, como Acosta y Floris tomaban las marcas y así Videla quedaba expuesto ante el doble cinco rival, Negri-Pacheco. El equipo, inexorablemente, penó ser largo pues Nadaya no tenía juego. Martelotto, cuando ingresó por el cordobés (tuvo un golpe en la cintura), sufrió por lo mismo. Entonces los locales controlaron el balón y generaron peligro. Claudio Bustos asustó en un par de veces con sus remates, pero Pocrnjic certificó una vez más su seguridad. Franco desde el costado trató de encontrarle la vuelta a la adversidad pero no hubo caso en ese parcial. Los puntanos, pese a ser su primer amistoso, se mostraron sueltos con el balón e incisivos.

Claramente San Martín mejoró en el complemento. Resultó clave el ingreso de Scatolaro por Martelotto. Con el ex Platense y Videla juntos en el medio, sumado al cansancio en los dirigidos por Quiroz por el momento de la preparación, la balanza se inclinó a favor de la visita. Barreiro estuvo cerca con un derechazo que reventó el palo. El balón era propiedad verdinegra y la administraba bien el doble pivot del medio. Atrás, la defensa ya no sufría y solo faltaba la punta final. Aunque Bustos hizo lucir nuevamente a Pocrnjic en un mano a mano, Penco avisó en la contra, pero Brasca lo tapó de forma estupenda. En el córner que derivó esa atajada del uno llegó el tanto del goleador: centro de Barreiro, la peinó Floris en el primer palo y Penco puso el frentazo para cortar su sequía en la pretemporada. Triunfo 1-0 y la sensación que el plan B también está en el decálogo verdinegro.