Portugal, el máximo ganador en la historia de los mundiales (con 15) y siempre candidato a coronarse campeón, inició su camino ayer ante Angola. Le costó más de la cuenta, incluso se esperaba más de los lusitanos, pero los africanos los sorprendieron de entrada. No obstante, cuando encontraron su lugar, su juego colectivo les fue devolviendo esa chapa histórica para revertir el resultado y terminar ganando por 6-2, en el partido más complicado que tenían los portugueses en la zona C. Las tres tarjetas azules que recibió Angola y por consiguiente estar por un lapso de tiempo en inferioridad numérica fue el momento que aprovechó Portugal para sacar la diferencia en el marcador.

Ni bien arrancó el partido, no había transcurrido un minuto y medio y Angola ya ganaba por 2-0 con los gritos de Andre Centeno y Anacleto Da Silva. De contra y con mucha movilidad los africanos le metieron dos bofetadas. A partir de ahí Portugal aceitó su marca personal, siendo el juego colectivo su argumento para salir del resultado adverso. Así Reinado Ventura descontó y Rafael Diogo empató a los 10’.

A partir de ahí, Angola fue desapareciendo en ritmo y Portugal cambió todos sus jugadores de campo. Viana pudo poner a Portugal arriba, pero erró su libre directo, aunque antes de los 19’ Valter Neves lo consiguió.

En el complemento Diogo puso el cuarto rápidamente. Su rotación y busca constante del arco fueron constantes, mientras Angola probaba de afuera, pero ya el partido estaba resulto más allá de los dos gritos finales de Ricardo Barreiros.