San Martín ganó y eso es lo que cuenta. Propuso su juego y lo logró. Fue llevando el partido para el lado que le convenía, y lo más interesante, es que pegó cuando más lo necesitaba para herir al rival. No varió mucho su desempeño al que mostraba en la B Nacional: orden, tranquilidad, concentración y juego en conjunto. Bases para superar a Tigre en su debut y encarar lo que viene anímicamente satisfecho.
Los centros al corazón del área fueron su signo de presentación. Se repitieron constantemente y ante la negativa de sacarle provecho, colocó el fútbol al piso y de allí salió lo mejor.
Sus tres líneas cumplieron y aportaron su mejor versión cuando el trámite los llamó a jugar. El mediocampo fue el que más trabajó. Tuvo altibajos en cuanto a lo individual, pero dio batalla y ganó más de lo que perdió. Aguantó el comienzo que fue cuando se vio lo mejor de Tigre, y a partir de su solidez equiparó el trámite. Cambios de frente, relevos precisos y pases claros se repitieron para darles lugar a los más adelantados.
Fue entonces cuando los creadores entraron en acción con Maxi Núñez como estandarte. Velocidad y dinamismo conjugaron un cóctel que tuvo a mal traer a los defensores rivales. Fórmula que se repitió para el gol de Roberval.
Mientras que los del fondo mostraron su mejor faceta cuando los orientados por Arruabarrena buscaron el empate. Aceitada coordinación entre los centrales e inteligencia para cortar por los laterales.
Sí mostró el Verdinegro un bajón, como fue en el arranque del complemento para el que salió dormido. No obstante Garnero lo solucionó con el ingreso de Wagner y recuperó así la zona de gestación. Síntoma de un trabajo dentro y fuera de la cancha. Tuvo, en líneas generales, un desempeño parejo, manteniendo su nivel, sin picos, pero sin baches.
Se le puede reprochar que le hicieron un gol por no tener la posesión del balón, ya que se preocupó más por el hombre que la pelota. Sin embargo eso ocurrió en el final, cuando el partido ya tenía sentencia porque entendió el esquema y urgencias de Tigre, puso en práctica sus recursos y algo vital en el fútbol actual, pegó cuando el rival se vino encima.
