Darío Herrera fue suspendido y no dirigirá en la fecha 16 de la Liga Profesional, luego de su controvertido arbitraje en la victoria de River ante Boca en el Superclásico, que terminó con siete expulsados y una gresca generalizada entre los jugadores de ambos equipos. A su vez, la LPF confirmó ayer que Nicolás Ramírez será el árbitro entre River Plate, líder del campeonato, y Talleres de Córdoba, que se jugará el próximo domingo en Córdoba, a las 21,30.

Herrera quedó en el centro de la polémica en el Monumental. Además del penal sancionado sobre el final del partido a favor del Millonario, que Miguel Borja cambió por gol para determinar el 1-0 definitivo, el árbitro fue señalado por no haber expulsado a jugadores previamente amonestados.

Herrera mostró siete tarjetas amarillas en el primer tiempo y condicionó el desarrollo de la segunda parte. Enzo Díaz y Milton Casco ya habían sido apercibidos, sin embargo el árbitro no les sacó la roja en posteriores faltas.

Y sobre el final, luego de que el Millonario se pusiera en ventaja y de que se provocara un tumulto por el efusivo festejo de Agustín Palavecino delante de sus rivales, el juez expulsó a seis jugadores (Palavecino, Elías Gómez y Ezequiel Centurión, en River; Miguel Merentiel, Nicolás Valentini y Ezequiel Fernández, en Boca), y a Jorge Almirón.

Por su parte, Silvio Trucco, encargado del VAR durante el Superclásico, tampoco fue asignado para la próxima fecha de la LPF.