Goleada. Boca jugó un gran segundo tiempo y le pasó por arriba a Colón. Está obligado a ganar y esperar que River no lo haga.

Defensa y Justicia demolió las suspicacias, jugó un gran partido en el Monumental y el empate de 1-1 dejó a River puntero todavía y dueño de su destino, pero más obligado a no dar un paso falso en Tucumán que podría permitir que Boca se quedara con el título o forzara un desempate.

Un solo punto separa ahora a los dos clubes más grandes del fútbol argentino cuando falta una fecha cuyos partidos decisivos, en simultáneo, se jugarán el sábado próximo en horario nocturno.

River, que acumula 46 en el producido de 14 victorias, 4 empates y 4 derrotas, visitará a Atlético Tucumán, que cayó 1-0 en el Bosque de La Plata a merced de Gimnasia y Esgrima.

Y Boca, con 45, derivados de 13 victorias, 6 empates y 3 derrotas, recibirá justamente al equipo que dirige Diego Armando Maradona en la Bombonera en un espectáculo que, va de suyo, tendrá condimentos adicionales que en España, por caso, se darían en llamar "morbo".

De hecho, no bien consumado el triunfo a expensas de Atlético Tucumán, Maradona descartó cualquier tipo de vacilación y blandura, y aunque puso en énfasis en su condición de hincha de Boca dio por hecho que Gimnasia comprometerá las aspiraciones del equipo donde supo brillar y colgar los botines.

(También, de paso, tuvo palabras de descalificación hacia el presidente de Boca, Jorge Ameal).

No menos picante había sido la previa del cotejo entre River y Defensa y Justicia habida cuenta de lo mucho que se jugaban los locales y el hecho de que Hernán Crespo sea el DT de los de Florencio Varela y que a su mando estuviera Nahuel Gallardo, el defensor hijo del Muñeco.

Lo cierto es que Defensa y Justicia jugó una espléndida primera etapa, se puso en ventaja por intermedio de Martín Lucero y cuando el colombiano Juan Fernando Quintero estableció el empate, de penal, redobló su vocación de defender con orden sin dejar de amenazar en las réplicas hasta el mismo final del juego.

Al cabo fue un empate de 1-1 que a Gallardo le provocó un fastidio indisimulado: declinó formular declaraciones en la cancha y se limitó a arengar a los hinchas de River.

Crespo, por su lado, calificó de "espectacular" el rendimiento de sus dirigidos y no hesitó en considerar que "si River no logra el título, no es problema mío".

Así planteado el escenario, River no ha dejado de depender de sí mismo, de manera que si ganara en Tucumán suya sería la conquista de la Superliga.

Si repartiera puntos o perdiera, en cambio, habría que ver la suma de Boca en su compromiso con Gimnasia.

APARECE EN EL CAMINO DE RIVER

  • La sombra del "Ruso" Zielinski

 

El técnico que se encargó de amargar al Millonario.

River Plate buscará el sábado, en Tucumán, consagrarse campeón de la Superliga sin el aliento de sus hinchas y bajo la sombra de Ricardo Zielinski, un entrenador que en los últimos años se encargó de amargar al "millonario" y que se convirtió en la mayor esperanza de Boca.

Zielinski se destaca por tener un perfil bajo y siempre evitó ocupar los primeros planos por la histórica serie de Promoción que su equipo en ese momento, Belgrano de Córdoba, le ganó a River y condenó al descenso en 2011.

"Siempre hay un morbo en la Argentina que yo trato de no alimentar", repite el "Ruso" cada vez que le recuerdan aquella definición y rápidamente se encarga de aclarar que "Lo único que hicimos con Belgrano fue ir a ganar un partido para lograr nuestro objetivo, sin dañar a nadie".

Por esos caprichos del destino, el técnico aparece otra vez en el camino del conjunto de la banda aunque ahora las circunstancias son diferentes porque lo que estará en juego es el campeonato.

El último antecedente que muestra a Zielinski enfrentando a River también lo vio salir airoso, ya que Atlético consiguió el año pasado un clara victoria en su cancha por 3 a 0 en la ida de la serie eliminatoria por la Copa de la Superliga, resultado que le permitió acceder a las semifinales pese a perder 4-1 la revancha.

 

MARADONA Y BOCA

  • Diego disparó con todo

 

Del "Amear" al "sabés dónde te podés meter la plaqueta"

Otro capítulo del conflicto Maradona-Riquelme-Ameal-Boca. Diego empezó a palpitar el choque con el Xeneize y volvió a disparar con munición pesada. A pesar de que Ameal le quiso poner paños fríos a la situación, Diego le pegó con todo.

"Lo de Maradona y Boca fue todo una novela. Lo que se dice no le hace bien a nadie. Diego dice cosas que no son buenas, pero no le voy a echar la culpa a él, creo que lo que lo rodea es lo complicado", aseguró Ameal. Pero Diego, lejos de bajar un cambio, atacó: "Ameal es Amear... No lo conozco de ningún lado. No sé si ordeñaba vacas, si juntaba leche... Sale y dice que no nos va a dar una plaqueta... ¿Quién te pidió la plaqueta, hermano? ¿Sabés dónde te la podés meter?"