El viejo mito de que las mujeres no pueden jugar al fútbol sigue desapareciendo en la creencia popular futbolera y las muestras están a la vista. Ella se llama Tatiana Aballay y junto a sus compañeritos varones de la categoría 2002 de Unión San Damián están disputando la 21ra edición del Mundialito de Trinidad, que otorga los premios DIARIO DE CUYO.
Dice que ama el fútbol, que no le tiene miedo a nada y afirma que se siente respaldada y respetada por sus compañeros. Y sí, el hecho de ser la única nena en un equipo plagado de varones hace que se sienta más cuidada dentro de la cancha. Aunque afirma que por ahí a sus rivales parece no importarles su condición, pero igual no le molesta. “Jugar a la pelota me encanta, es lo que más me gusta”, contó la protagonista, mientras se acomodaba los cordones de sus botines previo a ingresar a la cancha del predio ex Los Andes.
La menor de la familia Aballay comenzó a jugar de pequeña junto a sus hermanos varones en las canchitas de su barrio en Rawson. Después, ella le pidió a su mamá que la inscribiera en la escuelita de fútbol de San Damián, y su mamá no dudó. “No me gusta el fútbol, pero si ella se siente feliz haciendo eso, cuenta con mi apoyo”, contó ayer Ana María, preparándose para ver jugar a su pequeña ante los chiquitos de Carpintería.
La nena, que afirma ser una buena alumna y pasó a Sexto Grado, es una de las promesas que tiene el conjunto villero. Si bien cuenta que su posición es jugar de “7”, su entrenador en este certamen la hace jugar como delantera de área. “Igual no me interesa, juego donde tenga que jugar”, sostuvo. Cuentan los que saben que derrocha talento dentro de la cancha y por eso su titularidad en este Mundialito está asegurada.