Dice un viejo refrán popular que, ‘al que quiere celeste… que le cueste’. Bien ayer, en Pocito, Gerardo Tivani (Municipalidad de Pocito) se ‘vació’ en el esfuerzo intentando, cosa que logró, sacar rédito de la ventaja en segundos obtenida en la primera etapa y se quedó con la clasificación general de la 88 Doble Media Agua. El último parcial de la clásica carrera, en esta ocasión disputada en dos etapas, fue ganado por Laureano Rosas (SEP-San Juan) que completó los 130 kilómetros, que unieron Pocito con la villa cabecera del Departamento Sarmiento, en un tiempo de 2h42m29s. Al capitán del equipo continental lo escoltaron y ganaron segundos de bonificación, Daniel Zamora (Agrupación Virgen de Fátima) y Cristian Romero (Rawson Somos Todos). Justamente quienes terminaron segundo y tercero en la clasificación general, escoltando al ‘Flaco’ Tivani.
El último capítulo de la carrera del Club Ciclista Independiente fue, como dicen los fanáticos, un carrerón. Y la demostración clara que no hacen falta pelotones numerosos para hacer ‘grandes’ competencias, sino que lo más importante es contar con pedalistas de jerarquía dentro del enjambre multicolor.
Ayer, desde el vía libre dado por el comisario general Lucio Becerra, la +guerra+ fue tremenda. El tempranero ataque de Nicolás Naranjo (AVF), que se quedó con la primera pasada especial marcó la tendencia de la carrera. Los ‘piqueteros’, con Zamora segundo (a 9s) y cinco de sus hombres entre los 39 corredores que estaban a 27 segundos del líder Gerardo Tivani; junto a los ‘bichos verdes’ del Sindicato Empleados Públicos, con Ibarra quinto (a 13s) y sus otros cuatro ciclistas con similar chance, fueron quienes más hicieron por desbancar al pocitano que durante esta temporada ganó, también, la Doble Calingasta.
Durante 115 kilómetros la carrera fue de ataque, contraataque, fuga y neutralizaciones. Quiso el destino y las circunstancias dramáticas que tiene el deporte que faltando 15 kilómetros, Gerardo Tivani sufriera un desperfecto mecánico y tuviera que cambiar de bicicleta. Se subió a la máquina de Darío Álvarez, mas pequeño, de menor envergadura y se dispuso a perseguir, junto a sus compañeros el ataque de Zamora, Ibarra y Darío Díaz (a 27s); quienes llegaron a sacarle casi un minuto. Faltando 12 kilómetros estaba a 35 segundos y se quedó con un sólo gregario, el capitán de su equipo, Ricardo ‘Turco’ Julio. En calle Alfonso XIII, faltando 6 kilómetros habían achicado a la mitad. En calle 14 y Ruta 40 neutralizaron y de allí hasta el final solo interesaba ‘aguantar’ el ritmo y llegar en el grupo. Lo hizo y festejó.
Dicen que ‘vencer sin peligro es triunfar sin gloria’. Nada más cierto, puede afirmar desde ayer, Gerardo Tivani, legítimo ganador de la clásica.