Emoción pura. Fernández, de 13 años, se impuso en su primer combate en los Evita (arriba) y por eso toda la emoción junto a sus seres cercanos (abajo). 

 

Hace dos años viajando junto con su papá y hermana, Tomás Fernández (13 años), vivió acaso su momento más duro en su corta vida: un accidente de tránsito a la altura de Córdoba casi le cuesta la vida a su hermana y él, junto con su progenitor, debieron romper el parabrisas del auto para sacar a la nena que había quedado inconsciente por el golpe. Seguramente ayer cuando debutó en los Evita en Mar del Plata y obtuvo el primer triunfo en taekwondo se acordó de eso. Es que tras darlo el árbitro como vencedor, este chico nacido en Buenos Aires pero que vive en San Juan hace una década se emocionó hasta las lágrimas y le contó a quienes desconocían esta historia tan fuerte que le tocó transitar.

Fernández, quien antes practicaba kung fu y se metió en el taekwondo hace meses cuando vino a San Juan a brindar una clínica el oro olímpico Sebastián Crismanich, tuvo ayer una victoria y una derrota. Dirigido por el técnico de la selección sanjuanina Martín Baigorria, mañana se jugará el sueño de clasificar a la próxima fase.