Cuando habla lo hace de la misma manera que cuando juega, para adelante. No la tira para el costado como hacía en muchos momentos la Colombia de Pacho Maturana, ni mucho menos para atrás. Mariano Torresi va al frente. Con el juego que lo llevó a ser uno de los puntos salientes en este año de San Martín (llegó como uno de los cuatro refuerzos) y por eso su visión del presente vale mucho. Afirma qué le faltó al equipo para estar más arriba en la tabla. Igual, deja la puerta abierta para luchar una Promoción más allá de estar a diez puntos del último que ocupa ese lugar, justamente Belgrano, el rival del sábado en Córdoba a las 15.30. Y también cuenta que ya fue sondeado por dirigentes del Verdinegro para ver si pretende quedarse, algo que a él le gustaría aunque lo ve complicado por las pretensiones económicas del club dueño de su pase, nada menos que Godoy Cruz de Mendoza.

-Es un presente que no se esperaba en San Martín, ¿qué explicación le encuentra?

-Yo llegué recién este año y de lo que ví pienso que en lo que fallamos fue en la concentración. No estuvimos bien atentos a la hora de cuidar nuestro arco y tampoco cuando debimos marcar goles a los rivales. Creo que ese es un factor clave para este momento.

-Alguna vez Craviotto dijo que este plantel era ‘demasiado’ bueno, ¿piensa que les faltó algo de malicia?

-No sé si fue así. Sí creo que hubo veces que fuimos ingenuos. Por ejemplo cuando nos tocó defender pelotas paradas y los rivales nos metieron codazos y empujones para llegar al gol. Nosotros lo hicimos, pero muy poco.

-¿Cómo se hace para afrontar estas seis fechas que restan teniendo en cuenta que casi no existen chances?

-Hay que tomarlo de la misma manera que cuando empezó el torneo. Los números siguen dando y hay que intentarlo. No sirve de nada que bajemos los brazos y dejemos de luchar.

-¿Cuál es su balance personal hasta el momento?

-Fui de menor a mayor. Llegué después de no haber podido jugar en México los últimos cuatro meses por una lesión en el pie derecho (fractura del quinto metatarsiano) y de a poco me puse en ritmo. Intenté siempre hacer jugar al equipo y creo que por momentos lo conseguí. También soy conciente que, tal cual le pasó a cualquiera de mis compañeros, a veces las cosas salieron y otras no. Lo importante es que nadie se guardó nada en este plantel.