Javier Mascherano se sacó las ganas de gritar un gol propio con la camiseta del Barcelona. Fue en la goleada del equipo de Luis Enrique ante el Osasuna en el Camp Nou. El argentino ejecutó una pena máxima y aumentó las cifras en el encuentro.

Pasaron siete años para que el ex River inflara las redes. La última vez había sido con la camiseta del Liverpool. Jamás, en forma oficial, había podido convertir con los colores blaugranas. Para los amantes de las estadísticas, Barcelona llegó al centenar de goles en la Liga con éste y además simbolizó el número 500 de Luis Enrique como entrenador.

Sin Lionel Messi -marcó un doblete y salió-, Luis Suárez ni Neymar en cancha, el referente del plantel catalán tomó la pelota y se animó. Su actitud despertaron algunas especulaciones sobre su posible alejamiento de la institución cuando finalice la temporada. ¿Fue una despedida? Por lo pronto, Masche tiene vigente su vínculo hasta mediados de 2019.