Durante los años quedará seguramente en las estadísticas, que en una semana de mayo, Lionel Messi estuvo en San Juan. El crack rosarino, hoy por hoy el mejor jugador del mundo, había preocupado a todo el mundo el viernes por la noche cuando se retiró lesionado a los 17’ del complemento por un golpe que mantuvo en vilo no sólo al cuerpo técnico argentino sino también al cuerpo técnico del Barcelona. Ayer, sobre las 15.30 horas, Messi le dijo adiós a tierras cuyanas cuando voló rumbo a Rosario donde descansará para viajar mañana a España donde declarará en la causa que se lo acusa por evación fiscal.
El médico del seleccionado argentino, Daniel Martínez, acompañará al rosarino para seguirlo de cerca en su recuperación tras la ‘contusión ósea y de partes blandas de la parrilla costal izquierda y de zona paravertebral lumbar’ según el propio parte médico. “Leo se encuentra mejor y con menos dolor. Su recuperación es día a día, hay varios tratamientos para este tipo de golpe”, contó Martínez ayer.
CIMAC REVOLUCIONADO
El viernes por la noche, el crack del Barcelona había preocupado a todo el mundo. Rápidamente para una mejor atención, fue trasladado en ambulancia a CIMAC. Allí, fue atendido por el doctor Eduardo Orellano, jefe de Guardia de ese centro de salud quien contó ayer que debieron armar un amplio operativo en cinco minutos: “Nos había pasado de tener que recibir personalidades pero nunca del nivel de Messi. En 5 minutos tuvimos que armar un megaoperativo, despejar la sala y hasta las calles fueron cortadas”, contó el médico ayer. Orellano siguió contando la increíble situación: “De mirarlo por tele a atenderlo es algo increíble. Un sueño cumplido. La situación no daba para pedirle una foto. Él estaba muy preocupado por su salud. Pude hablar bastante mientras estabamos en el resonador, es un chico muy sencillo”, contó el profesional que agregó que el nombre de “Lionel Messi” quedará para siempre en la lista de ingresos de CIMAC.

