El 10 de septiembre de 2016 fue uno de los peores días de la vida de Zacarías Morán Correa. Es que el mediocamipsta de River, jugando para la Reserva, sufrió la rotura de ligamentos cruzados en la rodilla derecha en el partido contra Talleres (0-2), en Córdoba. El sanjuanino fue reemplazado  por Lautaro Arellano cuando iban 43 minutos del primer tiempo, y a partir de ahí empezó una dura etapa para recuperarse.

 

La frustración fue enorme para el volante nacido en Caucete. La lesión significó un golpe porque venía de ir dos veces oficiales al banco de suplentes en la Primera, donde incluso hizo su estreno en un amistoso ante América de Cali, el 9 de julio en Orlando.

 

 

Sin embargo, con paciencia, el respaldo de sus compañeros y la cuota indispensable de sacrificio, Morán Correa logró recuperarse. La etapa para ponerse en forma incluyó casi un semestre a puro trabajo de fortalecimiento en la zona afectada, para luego empezar de a poco a tener rodaje en diferentes prácticas de fútbol.

 

Este domingo, tras 239 días, el sanjuanino volvió a ser parte del equipo de la Reserva en un partido oficial. Fue en la derrota ante Temperley por 2 a 1 en el River Camp de Ezeiza (Andrade había puesto en ventaja a la Banda, pero el Gasolero lo dio vuelta con goles de Mancinelli y Rojas). Morán fue titular, jugó los 90 minutos, fue capitán y demostró que la lesión quedó en el pasado.

 

Morán Correa en el partido contra Temperley

 

Jamás bajó los brazos y se bancó una operación y las muletas. Hoy está nuevamente a disposición y sueña con debutar oficialmente en Primera. ¡Vamos, Zaca!