Y pensar que Sabella dudaba entre poner el “tridente” o jugar con Sosa. Y que recién lo confirmó faltando minutos para el inicio del partido. Totalmente acertado y a las pruebas hay que remitirse para darle la derecha al DT, pero sobre todo a los tres protagonistas que brillaron ayer en el Monumental en apenas 45’. Tiempo en que armaron una ofensiva tan temible como los 3 goles que anotaron, uno cada uno, en esa etapa inicial.
El “Kun” Agüero gritó el primero. El “Pipita” Higuaín el siguiente. Y Lio Messi estampó el tercero para definir el encuentro ante Ecuador cuando todavía le quedaban los segundos 45’, que estuvieron de más, o simplemente para otros estiletazos de grandeza de los “tres mosqueteros”.
En rendimiento Messi fue el mejor, en coordinación todos estuvieron precisos y en su justo lugar. Pero siempre guiados por Lio, que hizo de su pique veloz y cambios de ritmo encarando con pelota dominada desde la mitad de la cancha, un peligro constante. Similar al astro del Barcelona. Mientras sus laderos le generaban los espacios para su definición o esperaban la descarga para un asistidor que ayer para nada fue egoísta.
La apuesta la salió redondita a Sabella. El tridente funcionó. Lástima que Agüero llegó a la segunda amarilla y no podrá repetir la asociación ofensiva, pero luego de buscar y finalmente decidirse el resultado fue el ideal. A tal punto que por primera vez Messi fue el que la gente quiere. Asistió, encaró y definió. Mientras que Higuaín y Agüero fueron una pesadilla en el área, con ritmo de gol.

