El clásico de Rawson por la 16ta. fecha del Torneo Argentino B de fútbol, que en esta oportunidad se trasladó al Bº Atlético, terminó empatado en un gol y con nueve hombres de cada lado.

El árbitro Rubén Riveros, fue el gran protagonista de la noche porque no amonestó cuando debía hacerlo. Después el partido se le fue de las manos y tuvo que dejar a los dos equipos con dos jugadores menos.

El partido comenzó trabado, tal fue así, que al minuto de juego el defensor de Unión, Eduardo González, le hizo sentir la talla de sus botín derecho a Germán Gigena, generando un tiro libre de peligro, lo que indicaba que el partido sería friccionado.

De juego pasaba poco y nada. Hasta que a los 23 minutos de la primera parte Guiñazú, de Trinidad, le hizo una falta a Gizzi, quién quedó tendido en el piso y Edgardo Díaz (Trinidad) se arrimó al jugador de Unión, pero cayó acusando un golpe en el rostro.

Luego Biasotti también dio a entender que le habían pegado un golpe similar que lo dejó en el suelo. A los 10 minutos de suspendido el encuentro por el tumulto, Riveros decidió expulsar a Lavorante y Díaz, de Trinidad, y Gizzi y Steiner, de Unión.

El clásico quedó devaluado y recién en el segundo tiempo vinieron la emociones. Al comienzo del complemento Gigena abrió la cuenta para el León luego de peinar la pelota en el primer palo de Biasotti y, luego, Mauricio Sánchez a los 20 puso la igualdad para repartirse los puntos en un partido para el olvido entre dos equipos que se están acostumbrando a jugar poco en los clásicos.