El final del partido pintó de cuerpo entero el mal 2010 de San Martín. Sin fútbol, con poca garra, y perdiendo puntos importantes, más allá que si ayer el resultado hubiese sido favorable, sólo sería para las estadísticas. Porque la gente no fue a la cancha, ya que las 700 personas que sufrieron el incesante frío no se merecían que el año futbolístico terminara con un empate tan pobre como el partido mismo que finalizó 1-1 ante Ferro, en la última fecha de la B Nacional. Encima cuando Torresi hizo el golazo que no gritó, algunos hinchas volvieron a festejar un gol que podía darles el tercer triunfo del año, pero como le sucedió casi siempre, no pudo ni siquiera tener ese premio consuelo en la despedida y en el cuarto del los 3′ que adicionó González, César Carignano lo empató para cerrar la participación del Verdinegro en una temporada que comenzó con todo, que cerró el fin del año pasado con un colchón de puntos que hizo ilusionar a todos con el ascenso, pero que se desdibujó y perdió toda chance con la paupérrima segunda parte.
Ayer, San Martín empezó como de costumbre, tomando la iniciativa y antes de los 2′ Damiani reventó el palo. A los 7′ Torresi quiso definir de emboquillada pero se fue por arriba. Ferro sin ser menos probó con Castano y Corti contuvo.
Luego de eso, no pasó nada más, ni siquiera intentos. El partido se hizo tan deslucido que ni siquiera el honor por cerrar el año inspiraron a algo más. Penco y Tonelotto (que volvió a ser el capitán) estuvieron lejos de ser aquellos goleadores de raza.
El complemento no cambió demasiado, ni las variantes levantaron un partido que fue lo más parecido a un entrenamiento. Ferro pudo ponerse arriba luego que Carignano, solo dentro del área, la mandara afuera. Hasta que a los 29′ Torresi sacó un disparo de 30 metros con su marca registrada para poner el 1-0 para el local.
Parecía, dentro de lo pobre del espectáculo, que el Verdinegro se iba a despedir con un triunfo, pero a los 49′ Carignano la bajó de pecho y definió para poner la paridad y darle a San Martín un cierre desteñido, triste, que quedará como la temporada que estuvo tan cerca del ascenso, como tan lejos de merecerlo.