Con el corazón y capitalizando cada error de su adversario, Los Pumas vencieron a Francia por 23-20 en su segunda presentación del año, un resultado que fue un merecido premio a un equipo que supo sobrellevar los momentos difíciles del encuentro y tackleó a morir para detener a un rival que por momentos lo superó claramente, pero no supo resolver frente al ingoal argentino. Dos tries, uno de Belisario Agulla y otro de Manuel Montero, ambos generados en contras letales tras fallidos intentos galos por llegar al try, y 13 puntos logrados por Felipe Contepomi, elegido como man of the match, le dieron el conjunto de Santiago Phelan su segunda victoria en esta temporada. Francia, que vino con varios jugadores con mucha experiencia, dominó gran parte del encuentro, pero se topó con un equipo joven y aguerrido, que nunca dio por perdido el partido y fruto de ello se llevó una victoria impensada que desató la locura de los 25.000 espectadores que se acercaron al Estadio Mario Alberto Kempes. La revancha de este encuentro tendrá lugar en la cancha de Atlético Tucumán el próximo sábado.
Los Pumas tomaron ayer diferencias en el comienzo casi sin tener control de pelota. Después de que Morgan Parra abriera el marcador con un penal, Belisario Agulla, inteligente y atento, interceptó la ovalada cuando llegaba a su sector y se cortó hacia el ingoal. Después, la mayor parte de la primera etapa, casi todo fue de Francia, que fue superior con sus forwards. Pasó al frente en el marcador con un try y dos penales. Argentina, de los pies de Contepomi se acercó al final.
El segundo tiempo fue más equilibrado. Los Pumas fueron más agresivos en ataque pero siguieron cometiendo errores con la pelota en sus manos. Francia fue intermitente. Dos penales de Parra contra uno de Contepomi extendieron la ventaja de los galos, que casi sobre el final se mantenían al frente por 20-16. Y los Pumas no desaprovecharon la oportunidad: recuperaron la ovalada, buscaron el fondo de la cancha con una patada y Manuel Montero le ganó en velocidad a los forwards galos que habían quedado de su lado para sellar un triunfo muy festejado.