Corrían 50’ del segundo tiempo. El árbitro había dado 4 de descuento pero como se dio una nueva demora lo estiró otro más. El arquero de Unión, Rodrigo Tula, ejecutó un tiro libre unos metros más adelante de su área. En realidad, Tula buscó el último centro al corazón del área visitante. La pelota viajó por las alturas, hubo amague de cabezazos fallidos, picó y estaba entrando al arco contrario. Inclusive, en la montonera debajo de los palos, Ariel Sánchez trató de empujarla de cabeza, pero un pie salvador de uno de los defensores visitantes, la sacó, sobre la línea, al córner. Hubiese sido histórico. Pudo ser el soñado gol de arco a arco, como alguna vez sucedió en esa cancha.