Esta Vuelta que fue diferente a todas y no llegó a superar los 1.000 kilómetros de extensión, tuvo un final muy parecido a esas producciones cinematográficas estadounidenses donde la pelota entra al aro en la décima de segundo final o el muchacho gana, como lo hizo Zamora, en el esfuerzo supremo.
La Vuelta Ciclista a San Juan es una carrera que convoca por sí misma, cuyo ganador logra una chapa que pesa más por la rica historia del ciclismo sanjuanino que por la prueba en sí. Que podría ser mucho mejor, repartir mejores premios, contar con más y mejores equipos pero cuenta con una organización recelosa a aggiornarse a los tiempos que corren.
De las grandes carreras sus circuitos se conocen con suficiente tiempo de anticipación. Para conocer los de la Vuelta de San Juan hay que esperar hasta cuatro días antes de su lanzamiento y esperar que no pase lo que ocurrió en la competencia que terminó el domingo, donde debió modificarse el tramo contrarreloj por sugerencia de las autoridades policiales, sabiendo desde hace casi un año que el Dakar llegaría a la provincia y todas las rutas nacionales, incluyendo la Avenida de Circunvalación no podían ser cortadas.
Así y todo, con todas estas contras, agregando aquella de que la carrera se encerró en circuitos y no pasó por escenografías características de la geografía ciclista provincial, como son el paredón del dique y la calle Benavídez, en lo deportivo la expectativa se mantuvo hasta el final.
Quedará la duda sobre por qué Juan Pablo Dotti, que había hecho 30, no hizo 31 y no embaló para asegurar la carrera. Sorprende el hecho de que dos embaladores letales, como Ricardo Escuela y Héctor Lucero, hayan sido pulverizados por fortaleza de Zamora quien "le dio a morir" y logró la gloria.
En el medio quedó una carrera llana, como el terreno que se recorrieron en los circuitos. Con varios finales masivos y sin mayores alternativas por el celo táctico de los equipos. Fue una carrera bien ganada por Forjar Salud/UOM que invirtió mucho trabajo y eligió los refuerzos claves para asegurar su objetivo de máxima en la temporada.