Y lo hizo nomás. Mostró su chapa y, sacando pecho, le ganó de manera concluyente a Lomas. Por eso UPCN San Juan Voley Club tiene motivos para festejar. Vino hasta Buenos Aires con la idea de coronarse tetracampeón de la Liga Argentina A-1 de Vóleibol y lo logró. No sólo con su juego, también con el alma y el corazón. Respetando a su rival pero sintiéndose superior, como lo es. El partido terminó 3-0 y fue el que marcó la mayor diferencia de la serie. Por eso, en la premiación voló el champagne y todos saltaron. Fue una muestra de dominio y calidad. Y fue el premio al esfuerzo. Detrás, claro, estuvo ese tercer partido de la serie que metía nervio antes de empezar.

El primer set fue todo de UPCN. Concentrado, bien metido en el partido y eficaz por completo a la hora de atacar, el equipo sanjuanino dominó con autoridad. Los saques fueron bien ofensivos y lastimaron al local (Filardi el mejor en ese rubro). Igual que el bloqueo, donde Theo Lopes y Junior metieron un par de “tapas” notables. Y, al momento de atacar, el armador González de gran trabajo -se las ingenió para dejar mejor parados a sus compañeros, quienes le respondieron siempre.

El primer tiempo técnico se fue 8-5 para el Gremial. Y el segundo 16-10. Era lógico, su rival no tenía reacción. Así, el parcial terminó con un 25/18 expresivo de lo que había pasado en la cancha.

En el segundo, la historia cambió. El local entendió que, jugando así, se despediría rápido de sus sueños por el título. Entonces salió con todo. Mejoró en el bloqueo, neutralizando el ataque sanjuanino y le metió polenta en el saque. Pero, claro, UPCN no estaba dispuesto a regalar nada y volvió a apretarlo y demostrar que es superior. El partido quedó igualado 18-18 en su mejor segmento del parcial. Pero de nuevo la visita, alentado por su gente, apretó el acelerador y le quitó a Lomas toda chance de seguir sumando al ganarlo 25/21.

El tercer empezó siendo un mero trámite para el equipo sanjuanino pero promediando las acciones se dio una gran reacción del local. Entonces al 12-8 a favor del Gremial, el dueño de casa extremó recursos y quedó 18-16. Pero fue algo así como la mejoría del muerto. Es que UPCN no se volvió loco y, con la ventaja, empezó a cambiar punto por punto. En el cierre, otra vez el local se la jugó. Siete match point logró levantar el local. Y después se puso 31-30 arriba. A esa altura todo era dramatismo. Lo mejor del partido. Hasta que Theo no los perdonó y clavó el 33-31 final.

No hay caso, este UPCN es una fuerza compacta que hoy por hoy no tiene rivales en el país. Se la hizo más complicado de la lógica el empeñoso Lomas, pero en el balance final no pudo contrarrestar tanto poderío del equipo sanjuanino. Tetracampeón. A gozar.