El dulce sabor a revancha. Esa sensación que solamente los equipos que consiguen un ascenso con sacrificio y humildad pueden sentir. Atenas de Pocito logró tener ese momento, “su” momento, tras conseguir el segundo ascenso al Argentino B para un equipo sanjuanino esta temporada y donde participará por primera vez en sus 90 años de vida. Y fue revancha porque el Mirasol ya había perdido su chance ante Villa Obrera dos semanas atrás en el mano a mano. Pero como el fútbol da siempre otra chance, esa la tuvo Atenas y la aprovechó ayer en Catamarca ante Tinogasta Central. El primer paso lo dio en Pocito donde ganó 3-1 hace ocho días. Ayer, empató 1-1 y por eso con el resultado global 4 a 2 terminó de concretar el objetivo.
Desde el comienzo del partido, la visita, que contó con el aliento de 200 sanjuaninos, dominó el trámite. Atenas, cerrado bien en el fondo, apostó al contragolpe y casi lo sufre a los 25’ cuando Matías Carrizo ingresó al área, se acomodó, remató pero la pelota se fue apenas desviada del arco de Domínguez. Atenas entendió el llamado de atención y se animó a arriesgar. Iban 33’ cuando Juan Castro de cabeza abrió el marcador para Atenas y generó el delirio en la poblada tribuna visitante. En el lapso posterior pudo haberlo liquidado con un mano a mano desperdiciado por Kevin Bronvale o con el centro que no alcanzó a conectar Orlando Gómez. En la segunda parte, Atenas salió a esperar el planteo rival que recién pudo dar sus resultados a los 25’ cuando Luis Cedrón apareció para poner el 1-1. En lo que quedó, Atenas aguantó con dientes apretados la ventaja y con su gran corazón, más el hambre de gloria le alcanzó para sellar un ascenso histórico para el club pocitano.