Pasó la esperada inauguración del estadio del Bicentenario y quedaron en el debe algunos aspectos para mejorar de ahora en adelante. Sin dudas que el mayor saldo negativo en la noche del miércoles pasó por el caos que se vivió en ambas plateas, con el público que había pagado entre 40 y 180 pesos, mucho del cual se quedó afuera porque otros espectadores, sin ticket, ya habían ocupado su ubicación. La imagen se repitió tanto en el sector Este (el de 40 pesos) como en el Oeste (iban de 100 a 180 pesos), sobre todo desde las 20 horas en adelante cuando la gente se agolpó en los accesos de dichos sectores para ingresar. Por el lado de la Liga Sanjuanina de Fútbol, su presidente Alfredo Derito, fue claro y deslindó cualquier responsabilidad al ente máximo de este deporte en nuestra provincia. Y aunque por la mañana el portal Grupo E medios reprodujo declaraciones a Radio La Red del tesorero de la Liga, Raúl Giménez, sobre alguna chance de devolución de dinero, algo desmentido por la tarde por el propio Giménez, Derito afirmó que eso no sucedería pues la LSF no fue el organizador del evento.
En tanto del lado de la Policía y desde el Gobierno más allá de los llamados por parte de este medio para conocer su visión sobre el tema, no pudieron ser contactados. Una particularidad es que en las populares, detrás de cada arco y cuyo valor fue de 20 pesos, la mayoría del público observó el partido sentado.
Como toda primera vez en un estadio y ante un evento de semejante magnitud, hubo algunos fallas en la organización. La más clara pasó por la forma en que la gente pudo acceder a ambas plateas, ubicadas en los laterales del campo de juego. En el caso de la Oeste la complicación mayor surgió en el sector alto, donde cada boleto tenía un costo de 180 pesos. Cerca de las 20 horas, es decir casi una hora antes de iniciarse los actos protocolares, gran cantidad de personas se agolpó en los seis accesos que tiene esa zona. Pero no todos con sus entradas y en ese sentido quedó claro que falló el cacheo que estaba anunciado para las calle 5 sobe Ruta 40 y el cual no iba a superar nadie sin entrada. Como esto no ocurrió, se tradujo en apretones y empujones ya en las bocas de ingresos a platea. Según algunos damnificados esto ocurrió en parte porque algunas personas contaban con pases libres para diez o quince personas, algo no previsto en la venta de este sector y por eso la superposición en las ubicaciones. Otro conflicto pasó porque mucha gente se ubicó en la platea Oeste alta, pero no en su zona asignada por la entrada, la cual contaba con además del ticket de ingreso, un croquis especial.
"La Liga no tiene ninguna responsabilidad sobre este problema con las entradas, porque no organizó el evento (NdeR: La empresa encargada es Santa Mónica). Nosotros teníamos en claro que estaban vendidas las 25.000 entradas, que es la capacidad el estadio. Después, si hubo más gente como se dice (desde la Policía se afirmó el miércoles a la noche que asistieron en total 40.000 espectadores), no sé por qué se dio. Y aclaró que la persona que no ingresó y tenía su entrada, fue porque prefirió evitar el tumulto en el ingreso y no porque no pudiera. Por eso es que de ninguna manera se va a devolver la entrada a nadie, porque no corresponde'', remarcó Derito.
Otro aspecto a mejorar pasa por la reventa de entradas que se dio sobre Ruta 40, minutos antes del partido y sin ningún restricción por parte de la seguridad.