Ellos son los más cautos a la hora de referirse a la definición que protagonizaron el pasado jueves en la final del Scratch. Sin embargo, quienes los rodean, propios y extraños, dividieron aguas con respecto a quien debería quedarse con el oro, que finalmente determinaron los comisarios le pertenecía a Juan Ignacio Curuchet, sobre Rubén Gabriel Ramos.

Juani y Polillita son rivales desde pibes y siempre, tuvieron definiciones muy parejas. En el Argentino de Mar del Plata 2010 pelearon hasta el final entre ellos y la carrera se las ganó Franco Martins.

“Estoy muy feliz de haber ganado, pero no puedo determinar si gané, creo que si, pero en un abrir y cerrar de ojos vi que Rubén me paso”, explicó el hijo del más grande corredor de ciclismo nacido en la Argentina (Juan Esteban Curuchet).

“Yo me tiré por arriba y superé su línea, tampoco puedo afirmar que lo hice antes de la línea”, confió Rubén Ramos, hijo de uno de los entrenadores del seleccionado sanjuanino (Rubén Ramos).

La carrera que cerró el primer día de los Campeonatos Argentinos de Ciclismo en Pista, tuvo en estos dos jóvenes de 20 (Curuchet) y 21 (Ramos) años, respectivamente a dos protagonistas excepcionales. Ellos armaron la fuga con Lucas Gaday y Diego Valenzuela y sabiendo que los dos rivales podían complicarlos en un embalaje corto atacaron con bastante terreno como para imponer su agilidad y consiguieron arribar a la definición en soledad.

Nadie, por lo conversado al otro día, podía definir con claridad quien había ganado. Algunos comentarios decían que el empate hubiera sido lo más justo.

Otros confiaban que al ingresar a la línea blanca el primero era Curuchet, que en la línea negra, donde se decide el campeón estaban igualados y al salir de la línea blanca el primero era Ramos.

Consultados sobre si uno quisiera al otro en su equipo ambos coincidieron. “Me encantaría compartir equipo con Rubén, es un ciclista muy parecido a mi que nunca se entrega”, dijo Juani Curuchet.

“A mí me gusta tener de compañeros a ciclistas que van siempre para adelante, que no especulan y Juan es de esa raza”, comentó Ramos.

El oro fue para Curuchet, la plata para Ramos. Quedará para la historia la definición de una carrera que tiene 15 kilómetros y que se disputa “a una sola sangre”, a un embalaje. Esta vez le tocó a Juani, posiblemente mañana a Rubén. No cabe duda que por la calidad de ambos y por la edad, nos regalarán muchos duelos como el de la noche del jueves. Ha nacido una rivalidad que promete extenderse durante muchos años en la pista y, porque no, también en la ruta.