Estuvo aquel 16 de marzo histórico para la provincia con la inauguración del Estadio del Bicentenario. Y fue protagonista principal anoche en otro momento histórico, en este caso para su Selección, Venezuela, que con un gol suyo se metió por primera vez en una semifinal de la Copa América. Se trata de Gabriel Cichero, quien a los 35′ anotó mediante un zurdazo el 2-1 decisivo. Su primer gol en el certamen le permitió irse con otro sabor del reducto pocitano respecto de aquella vez cuando fue uno de los defensores en el pobre 1-4 contra el combinado doméstico de Sergio Batista.

Cichero lleva en su sangre fútbol. Es que su padre, Mauro, fue capitán de la Vinotinto en los Juegos Olímpicos de Moscú en 1980. Este lateral izquierdo, de intimidantes 1,84 mts. de estatura, disputó la pasada temporada en Newell’s y cuenta con experiencias futbolísticas en países como Uruguay, Italia, Bulgaria y Estados Unidos.

Si este grandote fue un héroe inesperado para Venezuela, del otro lado de la moneda apareció Alexis Sánchez, un jugador desequilibrante que se habla que el pase suyo de Udinese de Italia al Barcelona de España se pagará en 43 millones de euros y que no apareció en ninguno de los dos partidos que disputó en San Juan. El bajo rendimiento del "Chico Maravilla", que debutó en su paso por River justamente en nuestra provincia y ante San Martín en agosto del 2007, no impidió la repercusión por la nota de contratapa de la edición de ayer de DIARIO DE CUYO. El diario trasandino "Las últimas noticias" y la televisión nacional chilena se interesaron por la historia y las trataron en sus respectivos medios. Adentro de la cancha, el siete de la Roja dejó poco, más aún pensando que seguramente integrará el mejor equipo del planeta.