Sin equivalencias. Argentina se lució ante el débil seleccionado centroamericano. La albiceleste debuta en una semana en Brasil.


Era sabido. Dependía pura y exclusivamente de lo que Argentina pudiera hacer y hasta cuando Nicaragua podría aguantarlo. Y así fue nomás. Es que en un verdadero monólogo celeste y blanco, Argentina se floreó ante un rival muy discreto que se llevó como premio haberle convertido al menos un gol al seleccionado de Scaloni. Argentina fue más de principio a fin, pese a que le costó 35" abrir el marcador. Antes, con las pequeñas y prometedoras sociedades entre Messi, Lo Celso y Matías Suárez, el seleccionado generó lo mejor de su noche. Hubieron dos anticipos: uno del Kun Agüero a los 6" y otro de Messi a los 12". Se venía el primero y Suárez la clavó en el palo. Tuvo que aparecer toda la calidad de Messi para abrir y cerrar el partido porque con dos goles en dos minutos, liquidó el entusiasmo de Nicaragua y le abrió la puerta a las pruebas de Scaloni.

En el complemento, con Dybala y Lautaro Martínez en cancha, Argentina aceleró a fondo y terminó de sentenciar la despedida con el aroma de las goleadas. Dos del ex Racing y uno más del Tucu Pereyra le pusieron broche a la noche de Pocito pero Nicaragua tuvo el gol del honor, descuento y de penal.

Pero sin equivalencias, con un abismo futbolero entre uno y otro, Argentina hizo lo que se esperaba que hiciera aunque a la hora de la verdad, en Brasil será otra la historia.

  • La lucha goleadora

Si de efectividad se habla, en la pelea por ser el 9 de Argentina, Lautaro Martínez le sacó una mínima luz de ventaja al Kun Agüero. El ex Racing aprovechó a full los 45" que tuvo en cancha con dos goles en el complemento, mientras que el ex Independiente tuvo dos chances netas en el primer tiempo y no alcanzó a concretarlas. Una pelea a puro gol que entusiasma.