En el viaje más largo que les toca afrontar para estar en el punto de partida de la próxima edición del Rally Dakar, los Sisterna partían esta madrugada para recorrer los casi 3.900 kilómetros de rutas que unen San Juan con Lima, en un periplo que demandará unos tres días.

La cuarta participación consecutiva tiene otras novedades para un apellido que ya es sinónimo de Dakar en San Juan. Lino Sisterna volverá a ser el piloto del buggy ‘Fast & Speed’, que tendrá su tercera participación (en la primera el vehículo fue una Montero). Donde hay novedades es en el sitio del navegante, ya que Juan Pablo, su hijo, desistió de participar por estar embarcado en su proyecto del Campeonato Argentino de Navegación, y su reemplazante es otro descendiente de Lino, Federico.

“Juan Pablo todavía me está pasando datos de su experiencia”, afirmó ayer el nuevo integrante del binomio Sisterna, que ya participó con su padre en competencias locales (campeones en una edición) y es el navegante de su hermano Lino, en campeonatos de San Luis y La Rioja.

“Vamos a andar bien. Es más complicado preparar este viaje hasta Lima”, tiró con una sonrisa cómplice Lino padre mientras continuaban ayer con los preparativos de esta nueva experiencia.

Los Sisterna serán los únicos sanjuaninos en participar en el Rally Dakar, como ocurrió también en los años 2010 y 2011.

“Más que nombre o apellido, en la carrera somos ‘San Juan’. No nos sentimos los Sisterna, sino los representantes de la provincia”, confesó Federico.

“Sabemos cómo tratarnos. Hay que ponerle empeño y fichas porque estoy convencido que vamos a andar bien. Tanto Juan Pablo como Federico son sacrificados por lo que hay que esperar lo mejor también para este Dakar”, señaló el piloto.

Este año el buggy tenía la inscripción en el alerón trasero que rezaba “Here we go Lima” (Aquí vamos Lima) ya que el Dakar terminaba en la capital de Perú. Los Sisterna partieron a Mar del Plata, cumplieron con el recorrido y volvieron desde Lima con la satisfacción de la labor cumplida luego de superar obstáculos muy duros, con vuelcos incluidos. Ayer, mientras preparaban el auto y todo lo necesario para volver a hacer el mismo recorrido en sentido contrario pensaban en la nueva frase. “Hasta Santiago no paramos”, dijo Lino.