Como las estrellas, los clásicos nacen y tienen el poder de seguir iluminando aún después de apagarse. No se puede aseverar que pasado mañana en el Cantoni nace un clásico porque la historia ya empezó desde que UPCN apareció hace 9 años en la Liga A1 de vóleibol, donde Obras era el único representante sanjuanino hasta entonces. Sí se puede acordar que la intensidad de radiación de estos duelos en el Aldo Cantoni no tiene precedentes y que marca una era. Como un nuevo lucero.

Entre las diferentes causas, la instancia del choque. El ganador jugará nada menos que la final de la Liga A1 de vóleibol, la máxima aspiración para un club de vóleibol a nivel nacional. Para UPCN representará la séptima consecutiva, buscando su sexta conquista al hilo. Para Obras, el decano de los que juegan la actual Liga, será la histórica primera vez. En el marco del deporte sanjuanino solamente podría suceder algo así en el hockey sobre patines, aunque aquí se abriría todo un debate para acordar quiénes son los dueños del clásico mayor de su rica historia.

Incluso esa discusión surge en la mayoría de los deportes. En fútbol, San Martín y Desamparados son los clubes de mayor convocatoria en la provincia, pero disfrutar de un cruce con sus mayores potenciales se reduce en estos tiempos a un hipotético cruce en la Copa Argentina. Se puede considerar los partidos en la Liga local, pero ahí surge la comparación en la franja del tiempo. Es que todavía quedan los que vieron un San Martín-Atlético, los dos clubes con más títulos conquistados en la historia de esta competencia.

Lo que generará este duelo se va manifestando en las redes sociales y medios de comunicación. Ya están los comentarios que demuestran ese condimento que necesita un cruce para el folklore argentino. Así, de un lado enrostran el palmarés más laureado del vóleibol argentino y del otro lado contragolpean con el semillero. Lo que hoy vive el vóleibol, supo experimentar el básquetbol hace 25 años, cuando Inca Huasi y Lanteri hasta tenían jugadores norteamericanos en las ligas a nivel nacional que jugaban.

Los propios protagonistas de la semi, deportistas de alto rendimiento de talla internacional, saben que no será un factor más el marco de la gente. Y que esa energía puede ser un viento a favor o en contra según las circunstancias.

Es el clásico que se conjuga en tiempo presente como ningún otro. El vóleibol, como un astro de luz, llamará la atención a un nivel que ya se presenta histórico.