Para anunciar el acontecimiento, lo mejor es buscar alguna comparación con alguna película épica, que tanto gusta en el mundo del fútbol. Un Gigante de Arroyito colmado con 40.000 personas como si fuera una función de gala del Coliseo romano, con todo el público gritando a todo pulmón para que se abra la puerta y entre de una vez "la gran bestia", a los atropellos, a la arena a destrozar cuerpos. Y en otra puerta, los "partenaires" del espectáculo, quienes encararán al rectángulo con la esperanza de terminar no sólo con vida, sino con un pie sobre la cabeza de la bestia y saber que serán honrados como los nuevos gladiadores.
Esta exagerada comparación es lo que puede imaginarse para el preciso momento en que ingresen a la cancha Rosario Central y San Martín de San Juan, el partido más trascendental de la segunda fecha de la B Nacional, que comenzará a disputarse a las 19, con el arbitraje de Rafael Furchi y televisado por TyC Sports.
Al Verdinegro sanjuanino le tocó en el fixture ser nada más ni nada menos que el primer contendiente de un equipo que históricamente estuvo asociado a la elite de los 20 equipos de la máxima división del fútbol argentino. Rosario Central sufrió cuatro veces caer a la segunda categoría del fútbol nacional, pero la última vez ocurrió hace 25 años. El descenso fue todo un sacudón, incluso por lo inesperado, que arrasó hasta con la dirigencia. Por eso hoy es todo nuevo en el Canalla rosarino: categoría, plantel, cuerpo técnico y hasta comisión directiva. El objetivo es uno solo, volver a Primera. Y esas ganas del club rosarino de ser un "Ave Fenix" para el Fútbol de Primera es un imán que el país futbolero se sentirá atraído a ver, al menos, su primera función.
En la previa, Rosario Central es el gran favorito a ganar el duelo de hoy. Para demostrarlo, basta con ver en un lugar imparcial: una casa de apuestas. Y ahí figura que en la segunda fecha de la B Nacional, la apuesta que menos paga de los 10 partidos es un triunfo de Central (1,44 por peso apostado) y en el otro extremo está un triunfo de San Martín. Efectivamente, no hay otro equipo en esta segunda fecha que pague 6,25 pesos por cada uno apostado, como lo hace una victoria del verdinegro.
De todos modos esto es fútbol, donde nada es imposible. Justamente la última vez que jugó Central en su cancha, el 23 de mayo, el empate le resultaba más que negocio pero terminó cayendo 3-0 ante All Boys y fue su estocada al descenso. ¿Las claves de ese partido? Más allá que All Boys abrió rápido el marcador, lo fundamental fue que ganó en la lucha por la posesión de la pelota, se defendió bien (el arquero estuvo muy seguro todo el partido) y el tiempo se encargó que el equipo rosarino se hundiera en su propio nerviosismo.
En esta semana, Darío Franco, el DT de San Martín, metió mano a la formación inicial y al esquema táctico para alcanzar lo que más pretende y que no pudo plasmar en el debut de la semana pasada ante el Santo tucumano: adueñarse de la pelota. Con un esquema muy similar al que utilizó Sergio Batista en el partido de Argentina ante Irlanda, con 4 defensores, un triple 5 (un volante tapón y otros dos más adelantados para administrar el balón), dos media puntas y un centrodelantero, Franco (con pasado en Newell’s) prescindió de la función de enganche porque no encontró a un futbolista con esas características (Mariano Messera recién se sumará el lunes al plantel). Enfrente, un viejo lobo como Merlo dispuso una táctica super ofensiva, casi idéntica a la de Borghi en Boca, con tres defensores, un doble 5, dos carrileros, un enganche suelto y dos centrodelanteros. Pero "Mostaza" no es un lírico a ultranza y sabe que con esa formación, si quiere con un chasquido de dedos, puede pasar a un granítico 4-4-2.
El tiempo también jugará su partido. Volviendo al anuncio de película, Central, la bestia, arrancará con sus energías a tope intentando acorralar, paralizar y demoler a su contendiente. San Martín, todo lo contrario, buscará que no hierva la sangre en el verde cesped para evitar sufrir el poder del rival. Y para eso, intentará desgasatarlo con hacerlo correr detrás de la pelota, sabiendo que a medida que transcurra el juego, si no hay novedades, habrá un aliado que irá creciendo y será el nerviosismo del rival. Es fácil pensarlo, el tema es ejecutarlo. Hoy desde las 19, una función imperdible e irrepetible con San Martín en el Gigante de Arroyito.

