Hace 16 años que Argentina no llegaba a la última fecha peligrando su clasificación. En el ’93 perdió con Colombia 5-0, fue al repechaje contra Australia y clasificó. Ayer sufrió, fue un parto. El primer alivio fue el gol de Chile y después el de Bolatti para devolver la paz y por fin no sufrir en el minuto final como pasó en varios partidos a favor o en contra.
Otra vez el desahogo llegó gracias a un jugador del medio local, como lo había hecho Palermo ante Perú.
Quien iba a imaginar tanto sufrimiento después de un arranque demoledor con Alfio Basile como técnico. Argentina ganó los 3 primeros ante Chile, Venezuela y Bolivia. Era líder, con el puntaje ideal, sin goles en contra y Riquelme brillaba. Pero vino el tropezón ante Colombia. Ese día Tevez se hizo expulsar. En la fecha siguiente Palacio igualó ante Ecuador de local sobre la hora.
A pesar de tantas figuras Argentina no convencía, encima se estancó con 4 empates al hilo. Igualó ante Brasil de visitante, buen punto. Pero de local casi pierde con Paraguay, menos mal que sobre el final Agüero empató. Ese día una vez más Tevez vio la roja. El compromiso siguiente fue Perú en la altura, tenía todo controlado, pero cuando faltaba nada, Fano amargó a todos y fue otro empate. Se recuperó sin brillo y con lo justo ante Uruguay. El declive vino en la derrota ante Chile, que derivó en la renuncia de Basile. Llegó Maradona para levantar. El Astro tuvo conflictos con Riquelme, en cuanto a la posición que debía ocupar en la cancha el jugador. El orgullo de ambos hizo que Diego no lo convocara más.
En su debut como DT goleó a Venezuela y todo parecía tener un camino feliz. Aunque la gente repudió a Diego con banderas y apoyó a Riquelme. El momento crítico y grave vino otra vez en la altura. Argentina cayó mal 6-1 ante Bolivia y desde ahí Carrizo no volvió atajar.
Las cosas no andaban bien, Messi no rendía y Maradona buscaba solución en los jugadores locales, que le iban a dar resultado. Pero no había caso, afuera le costaba el doble y lo mostró con la derrota 2-0 ante Ecuador. El miedo a quedar afuera del mundial empezó a tener sustento real.
Se venía el clásico ante Brasil. Maradona criticó el estado del campo del Monumental y pidió jugar en la cancha de Central, además para meter presión, según Diego, pero Brasil ni se despeinó para ganarle 3-1.
Argentina fue con el ánimo caído a Paraguay. Fue un desastre, perdió y quedó al borde de la cornisa en zona de repechaje. Paraguay se clasificó en sus narices como lo hizo Brasil en el encuentro anterior.
Con varios jugadores del medio local, Argentina parió para vencer a Perú -volvía al Monumental-. Ganaba, jugaba mal y encima sobre la hora Perú empató. Pero Palermo estaba en cancha y Palermo le dio la última vida a la Argentina. En el último minuto el Loco se vistió de héroe al marcar el gol de la victoria. Ayer fue uno de los mejores partidos de la selección, con presión bien hecha sobre el rival, jugó tranquilo y supo manejar los tiempos hasta que Bolatti pegó en el momento justo. Con sufrimiento, Argentina vuelve a jugar un Mundial.