Qué noche para River. Como hacía mucho no le pasaba. El equipo dirigido por Astrada derrotó a Boca por 3 a 1 en el primer superclásico del 2010 y se quedó con la Copa Ciudad de Mar de Plata, con el plus de haberlo hecho mostrando un buen juego y ante un Boca perdido, nervioso, quizá tanto como Basile, que a sabiendas de que su puesto corre peligro puso lo mejor en cancha, incluidos Riquelme y Palermo.
Los goles para el Millo fueron anotados por Rojas, Funes Mori y Villalva, mientras que el gol de Boca fue anotado por Palermo.
El partido, pese a ser de verano, no pasaba por alto para ninguno. Acompañados de flojos presentes y las mismas urgencias, en el primer cruce del año, River dio un golpe importante. Y no sólo por la goleada, sino porque River mostró buenos pasajes de juego, no se cayó tras el empate, se equivocó menos y eso que no jugaron Ortega y Gallardo.
River madrugó a los 4 minutos. Rodrigo Rojas se aprovechó que Boca había quedado mal parado en defensa, dejando dos defensores frente a tres hombres en ataque. El paraguayo entonces quedó solo y sin marcas y avanzó hasta el área, para sacar un remate que contó con la complicidad del Pato Abbondanzieri. La pelota pasó por debajo del arquero y River se puso 1-0.
El partido se hizo más entretenido, los dos atacaron aprovechando que se dejaban espacios y durante 15 minutos, en el ida y vuelta, River hizo un poco más de méritos como para justificar esa victoria parcial. Pero a los 30, este vez River se equivocó: dejó solo a Palermo y el goleador lo aprovechó. Recibió un exquisito centro de Riquelme y el Titán metió un cabezazo perfecto, para empatar el juego. Entonces, los dirigidos por Astrada fueron dominados por los nervios y Boca creció. Manejó la pelota y obligó a River a replegarase. Así, con merecimientos repartidos se fueron al descanso.
En el complemento se vio lo mejor de River. Avisó de entrada y tuvo premio a los 10 minutos, tras un centro de Abelairas que encontró a Rogelio Funes Mori adelantado por 20 centímetros. El delantero cabeceó, Abbondanzieri le dejó el rebote servido y Funes Mori esta vez no perdonó.
El 2-1 liberó el juego y River se fue al ataque. Boca empezó a aguantar mientras River tocaba y tocaba, con lujos incluidos. Sobre los 19, Gustavo Villalba coronó una perlita después de una traingulación espectacular, donde dejó en el camino a Morel y al Pato para ponerse 3-1.
River siguió dominando y Boca ya no pudo salir del tobagán. Por nervioso, Gaitán se fue expulsado y River, con más espacios aún, tuvo media docena de oportunidades claras para anotar el cuarto gol. Pero le faltó puntería. De todas formas, River se fue ovacionado por su gente en el Minella, mientras que Boca se sumió más en sus penurias.