Casi siempre cuando se sufre, después se disfruta el doble. De eso da cuenta Urquiza, que cerró el año coronandose en el Clausura local y alzando por cuarta vez el trofeo mayor del básquetbol sanjuanino en Primera División. Las Panteras tuvieron un 2014 donde el sacrificio fue su bandera y por eso el campeonato obtenido tiene un sabor especial para su gente. Pero no solo eso, el logro, ayudó -según sus propios jugadores- para que ex socios se acerquen nuevamente al club y aporten su granito de arena para su nueva meta que será techar el club en este año que se aproxima. “Este campeonato incentiva a la gente para que nos ayude a cumplir el gran anhelo que es tener el club techado”, contó Emanuel Uzair, un referente del club de Concepción. El equipo que conduce técnicamente “Cacho” Guzmán, había caído en las finales del Clausura 2013 y el Apertura de este año, pero como en la vida todo da revancha la tercera fue la vencida para Las Panteras que en el Final Four que disputaron junto a Del Bono, Inca Huasi y Estrella, dejaron alma y vida para cumplir su objetivo y así lo consiguieron.

“Somos un club de barrio. Un grupo de amigos que nos conocemos desde siempre y que dejamos todo en la cancha para salir campeones. Urquiza es nuestra familia, nuestra casa”, contó Uzair. Y sí, este grupo de amigos son casi los mismos que se coronaron en el Apertura 2013 y también en los campeonatos ganados en el 2008 y 2009. La misma base. Esa que tuvo que luchar demasiado este año para colaborar con el club que tampoco la pasó bien. Problemas institucionales preocuparon a la familia que compone el histórico club rojinegro. Fueron los mismos jugadores los que le pusieron el pecho a la situación y tuvieron que realizar bailes, cenas y paellas para conseguir los fondos que siempre son necesarios en todo club deportivo. “Este título sirve para darle una alegría a la gente de Urquiza que este año quizás no la pasó del todo bien”, expresaron los jugadores.

Ahora para el 2015 que se aproxima ya está en la cabeza de todos el objetivo por el que lucharán y será ni más ni menos el techado del club. Para llegar a esa magnífica obra tan soñada por el club rojinegro, entre las familias del grupo societario irán aportando las columnas que se necesitan para la construcción (un total de 20). En lo deportivo la meta será tratar de quedarse con los dos títulos que pondrá en juego el certamen local y apuntarle de lleno a la Liga Nacional de Clubes Campeones que también disputarán. Claro, si se lo proponen, seguro lo terminan logrando.