Mañana San Martín expondrá su intención de seguir como único puntero de la B Nacional contra Deportivo Merlo. Pero también hará frente a un adversario adicional como es la reducida cancha del estadio Juan Manuel Moreno, que de hecho es la más pequeña de las veinte de la B Nacional. Los 92 metros de largo por 57 de ancho representarán un acertijo a resolver por el verdinegro, tal cual lo dejó claro ayer su entrenador, Darío Franco, quien pronosticó un partido con bastante juego aéreo. Por eso durante buena parte de la práctica de fútbol, donde el DT confirmó los once titulares, se dedicó a tirarle centros a los centrales del equipo.
"Merlo se caracteriza por tener un juego de bastantes pelotazos buscando a sus delanteros para que pivoteen. Saben utilizar lo corta que es la cancha y nosotros tenemos que estar atentos a eso", describió Franco. Los puntas del Charro hasta ahora en los cinco partidos fueron el ex San Martín Diego Ceballos, quien mide 1,85 metros, y Ramiro López, de 1,84, quien anotó el gol del triunfo la fecha pasada ante Almirante Brown. Seguramente a cada uno lo tomarán Pablo Melo (1,82) y Diego Sosa (1,79), aunque en San Martín, salvo su arquero Pocrnjic (1,90) ningún jugador supera la altura de Melo. Los que habitualmente defienden las pelotas detenidas rivales son Penco (1,81), Alderete (1,77), Scatolaro (1,78), Floris (1,77) y Acosta (1,76).
Las dimensiones de la cancha de Merlo son inéditas para la categoría. Haciendo una comparación con el césped del Hilario Sánchez es nada menos que 18 metros más corta y 15 más angosta. Uno que jugó en ese reducto y sabe lo que se siente como Maxi Barreiro, ausente mañana por un acuerdo entre los clubes cuando se pactó su llegada a San Martín, fue más que claro: "Es una cancha demasiado chica. Cualquier saque de arco te hace llegar la pelota al arco rival. Es clave estar atentos en todo momento, porque de la nada se genera una opción de gol", afirmó el delantero y agregó sobre la idea del actual técnico, Felipe de la Riva, el mismo que lo dirigió en Merlo hace dos temporadas en el ascenso a la B Nacional: "Se hace mucho hincapié en las pelotas detenidas. Diría que es el arma principal del equipo. Ellos saben cómo jugar en esa cancha y por eso va a ser un partido complicadísimo. Es un encuentro particular como el de la CAI, aunque en ese caso fue por el tema del viento", remarcó.
Merlo volvió a utilizar su estadio recién esta temporada, luego que la anterior debiera jugar en otras canchas por las refacciones que se le estaban realizando. La gerenciadora que maneja al Charro construyó una nueva la popular local y extendió la capacidad a 9.000 personas. Se espera que luego de refaccionarlo por completo quede en 16.000. Por eso es que De la Riva quiso entrenar desde esta pretemporada todos los días en la cancha para así sus dirigidos conocerla de memoria y tener en su pequeñez un aliado más.

