San Juan, 6 de abril.- Si bien nació en Córdoba, su familia y él viven desde hace más de 10 años en estas tierras. Este sanjuanino por adopción emigrará en un futuro cercano hacia el Viejo Continente, en busca de concretar nuevas metas. Sebastián Rocchetti tiene 18 años, juega en las inferiores y primera local de Trinidad y a principio de este año se fue a España para probarse en el Málaga. Deslumbró en las prácticas, pero le dijeron que volviera en junio cuando haya culminado la temporada.


La idea de ir a jugar a Europa surgió de su papá Carlos, su más fiel seguidor. Decidieron irse con toda su familia a España para que Sebastián se pruebe en algún club. Allí, Carlos comenzó a contactarse con entrenadores y dirigentes de clubes para que su hijo tuviera la posibilidad de demostrar sus cualidades. Gracias a la gestión de un amigo de la familia, el jugador sanjuanino de hockey sobre patines Emanuel García, que actualmente se desempeña en el Porto portugués, consiguieron una prueba en el Benfica, club donde juega, entre otros, Javier Saviola. Rocchetti entrenó tres veces en la categoría “92 de ese club y la rompió. En cada práctica de fútbol, el enganche metió al menos dos goles. Pero otros motivos imposibilitaron que siga en Portugal. El desconocimiento del idioma influyó un poco. “Me comunicaba con los entrenadores mediante señas, era muy complicado”, dijo el joven. Otro factor clave fue la falta de cupo para extranjeros.

Pero Sebastián no bajó los brazos y volvió a España. Allá lo esperaba su padre, quien no perdió el tiempo y continuó buscando algún club para su hijo. La puerta de entrada al club malagueño se abrió en un bar, donde el padre del jugador conoció a un entrenador que le dio una oportunidad en las inferiores del Málaga. Fue a probarse y volvió a deslumbrar con su calidad. En cada entrenamiento marcaba goles. A sus compañeros españoles no les agradaba mucho el talento de Rocchetti y comenzaron a ser un poco egoístas con él. “A veces no me pasaban la pelota, la tiraban para otro lado. Pero yo seguí como siempre, con bajo perfil”, expresó Sebastián, quien perseveró y continuó entrenando. Pero la situación se complicó un poco. La entidad no podía contratarlo por no tener más cupo de extranjeros. Le comunicaron que volviera en junio, antes de comenzar la siguiente temporada, porque les había gustado su desempeño y por el momento lo derivarían a una filial llamada Juval. Ya sin sus padres (regresaron a San Juan), Sebastián continuó con las prácticas un tiempo más. Hasta que tomó una decisión. La de regresar a su país para entrenar en Trinidad y ponerse a pleno para volver a intentar quedar en junio en el Málaga, donde tienen muy buenas referencias suyas.

Para Rocchetti ya empezó la cuenta regresiva. Viajará a principio de junio a España para concretar su pase. Si el resultado es negativo en el Málaga, aunque ya tiene un pie adentro, intentará quedarse en otros clubes, como Betis y Sevilla. “Voy a volver a dejar todo. Si un club me quiere va a ocupar la plaza de extranjeros”, contó Sebastián, quien de todas maneras se encuentra tramitando la doble ciudadanía. El enganche demostró que no tiene problemas en quedarse el tiempo que sea necesario en Europa, quiere jugar al fútbol en un club grande y en menos de dos meses tratará de concretar su ansiado sueño.