La Federación Internacional de Automovilismo (FIA) y la Asociación de Constructores de la Fórmula Uno (FOTA) arribaron ayer a un acuerdo que dejó atrás la posibilidad de que el año próximo la máxima categoría lleve adelante un mundial paralelo.

El anuncio fue dado a conocer en una conferencia de prensa conjunta que ofrecieron Max Mosley, presidente de la FIA, y Luca Cordero di Montezemolo, titular de Ferrari y de la FOTA.

Con el acuerdo, perdió fuerza la posibilidad de que el año próximo la Fórmula Uno regrese a la Argentina, algo que era casi un hecho si había un Mundial paralelo.

El acuerdo se concretó cuando Mosley aceptó que en octubre próximo, cuando finalice su mandato, no presentará una vez más su candidatura a dirigir la FIA y que para el Mundial 2010 tendrán vigencia los mismos reglamentos que rigen el certamen en curso este año.