La Vuelta ciclista a la provincia de San Juan siempre despierta interrogantes. Es una de las pocas carreras por etapas, de las más importantes del país, en la que los dirigentes gestionan hasta último momento su recorrido. La edición número 30 de su historial se parecerá mucho a la 29 que provocó polémica porque se le quitó gran parte de su encanto al limitar las llegadas al velódromo Vicente Chancay. Hasta la versión de 2010 fue común ver los cordones humanos poblando las banquinas en los últimos diez kilómetros antes de arribar al anillo mágico ubicado en el corazón del Parque de Mayo.

Los argumentos dados están apoyados en la necesidad de conseguir el sustento para los premios de cada parcial y como de las arcas provinciales nunca sale el total de lo que el Pedal Club Olimpia solicita, hacen como en las misas, salen con la alcancía a golpear las puertas de los despachos comunales.

Ahora bien, ningún intendente quiere perder la posibilidad de regalarle a sus vecinos la posibilidad de que el espectáculo del ciclismo pase por la puerta de su casa y que mejor si es varias veces, mediante la disputa de un circuito. Mucho más tentador es el premio si la definición de la etapa es también en la calle principal frente a la plaza o el palacio municipal. Así ocurrió el año pasado en Pocito, San Martín, 9 de Julio y Angaco.

Como los cuatro departamentos citados mantendrán su apoyo el pelotón de ciclistas con todo ese mundo aparte que se mueve a su alrededor, compuesto por auxilios, sponsor de la carrera, equipos de medios de comunicación y demás, tendrán que trasladarse hasta los puntos de partida y llegada.

Hasta allí no habría problemas, el inconveniente, lindo si se quiere que se presenta ahora a los dirigentes es que de las conducciones de las comunas de Rawson y Caucete se les ha pedido que se los incluya dentro del itinerario que tendrá nueve etapas y un prólogo. Es por ello que se analizó la situación y se modificó el trazado que va y vuelve a la Difunta Correa. Largará y culminará en Rawson. En tanto que los cauceteros tendrán una etapa propia que se realizará sobre cinco giros a un circuito de 31 kilómetros.

Presentadas así las cosas, las únicas dos etapas que culminarán en el velódromo serán la primera y la última. La de apertura aprovechará el nuevo trazado de calle Las Moras para ir al Oeste, pasar por Rivadavia, Ullum, Zonda, retornar pasando por Pocito para transitar por calle 11, pasando por 9 de Julio, tocando Caucete, por calle La Plata, y visitar San Martín, Angaco, Albardón y Chimbas. La de cierre se hará con las clásicas ocho vueltas a la Avenida de Circunvalación.

Por lo demás, la etapa del ascenso a los 2.673 metros de altura del Colorado seguirá corriéndose el sábado como penúltima etapa, igual que siempre, pero en vez de largarse en Capital tendrá como punto de partida Chimbas.

Otra Vuelta, la trigésima, se aproxima y la pasión por su desarrollo crece paulatinamente hasta explotar 22 enero cuando entronice a un nuevo monarca.