River no tuvo alma, identidad y actitud. La banda no apareció nunca. Ortega con 35 años fue el que más ganas le puso. Gallardo pasó desapercibido. River cayó feo 2-0 ante Banfield con dos goles de los uruguayos Silva y Fernández. Una caída, que dejó un signo de pregunta grande. Los hinchas volvieron a los típicos cantos pidiéndoles un poco más a los jugadores.
El Taladro hizo todo bien. Construyó la victoria a partir del orden y la paciencia. Un equipo que supo pegar en el momento indicado.
No se terminaban de acomodar y Silva madrugó. El uruguayo bajó una pelota afuera del área y clavó un derechazo, que se metió en el rincón de las arañas.
River intentó salir del trance adueñándose de la pelota, y en ese contexto, a los 14 minutos, Ariel Ortega le mandó un pase a Paulo Ferrari, quien desbordó y envió un centro, que Ríos cabeceó desviado.
A los 15′ volvieron los sobresaltos para la defensa Millonaria’. Luego de un centro de Quintero, Silva metió un tijera, que dio en el travesaño.
Tres minutos después, el que recuperó la pelota en el medio fue Ortega, y River insinuó con un remate desdibujado de Augusto Fernández.
A continuación, un tiro libre con forma de centro de Matías Abelairas fue con dirección a Cabral, pero su cabezazo salió lejos del palo derecho de Lucchetti. Al Taladro’ le quedó un cartucho más, porque a los 32′ Sebastián Fernández recibió un pelotazo al área de Sebastián Méndez que el delantero bajó con el pecho y definió ante la salida de Daniel Vega para poner el 2 a 0.
A los 42′, Ortega tuvo la más clara para su equipo, pero su cabezazo tras un envío de Gallardo fue débil y pegó en el palo.
Los referentes de Núñez jugaron desde el inicio con la camiseta de River después de 3 años, y lo hicieron de manera discreta, mostrando falta de rodaje.
Los primeros instantes del complemento se jugaron sin arcos, dentro de un dominio de pelota de River que no inquietó, más allá de que ingresó Diego Buonanotte, quien envió un centro, que Cabral no pudo darle bien. Poco le quedó por mostrar a River, sólo su falta de ideas, la poca visión de Gorosito para realizar las variantes y una confusión general, que hace tiempo arrastra y de la que parece, de mantener este camino, le será imposible salir.
Con el triunfo, Banfield se aleja cada vez más de la zona de descenso y ayer mostró un juego prolijo que ilusiona para apuntar más alto.
El partido se fue con otra derrota de un desdibujado River, que extendió su serie de derrotas tras la caída Sudamericana ante Lanús, con errores defensivos y sin agresividad en los últimos metros.