Desconsolados. Los futbolistas argentinos lloran tras quedar eliminados en el Mundial de Polonia. La ilusión se terminó en octavos ante Mali.

De las épocas de gloria con José Pekerman a la cabeza a esta sequía no sólo de títulos, sino de ubicarse en puestos de relevancia. Se trata de las selecciones juveniles del fútbol argentino que ayer sufrieron otro golpe con la eliminación del Sub-20 en octavos de final del Mundial que se disputa en Polonia. Fue un 2-2 ante Mali en los 90' y el alargue, que desembocó en el 5-4 para los africanos en los penales debido al penal que malogró Tomás Chancalay, el pibe de Colón. Se trató del 12do torneo ecuménico juvenil (entre Sub-20 y Sub-17) donde la albiceleste no puede acceder al partido por el título, algo que era "habitual" en la década del '90 y a principios del 2000. ¿Qué nos pasó para esta debacle?


Como en todo problema de la vida, y en lo deportivo también, existen varios factores que lo explican. El primero es que la AFA dejó de tener como prioridad su "semillero". Se creyó en aquel refrán bien argento de que "acá los futbolistas nacen solos". Y eso no pasa. Basta con ver cómo países europeos y los asiáticos en la actualidad hacen todo un trabajo en sus bases apuntando a tener buenos resultados dentro de varios años. El descalabro dirigencial se trasladó a las juveniles y por ende los resultados comenzaron a desaparecer. 


Con el arribo de Claudio Tapia al sillón de calle Viamonte hace dos años, el sanjuanino se propuso refundar las divisiones menores y se apegó a exjugadores a los que les brindó cabida en las dos selecciones más chicas como Pablo Aimar (Sub-17) y Diego Placente (Sub-15). Para la Sub-20 designó a Fernando Batista, alguien conocedor del ambiente pero cuyo "Curriculum vitae" generaba dudas si era el más idóneo para el cargo. Acaso ayer en la lejana Bielsko-Biala salió a la luz la respuesta.


En Sub-20, Argentina tuvo su última y sexta coronación en el 2007 en Canadá. Desde entonces, los números no dejan dudas: 8vo en 2011, 20mo en 2015, 17mo en 2017 y a la espera de ver el resultado final en Polonia, aunque más atrás del 9no puesto seguro. En el 2009 y 2013 ni se clasificó. En Sub-17, el recuento es aún peor en mundiales: nunca se fue campeón. A saber: 6to en 2007, 11ro en 2009, 13ro en 2011, 4to en 2013 y 24to en 2015; en el anterior, en 2017, no se participó. Lo bueno es que en el Sudamericano de inicio de año, los conducidos por Aimar se coronaron. Habrá que ver cómo traducen ese gran antecedente en el Mundial de Brasil que larga en octubre próximo.

El balance de Batista


Fernando Batista, el director técnico de la Selección Argentina Sub-20, analizó la manera en la que se dio el resultado y la jugada en la que llega el 2-2 africano y que decantó en la caída por penales. "Todo sirve como aprendizaje. Creo que no merecíamos irnos, pero hay que estar concentrados hasta que el árbitro pite el final y hoy (por ayer) lo pagamos", señaló.


Sobre sus palabras finales al plantel, tras haberse consumado la eliminación, Batista reveló: "Lo que les dije a los chicos es que lo positivo es que estuvieron a la altura de un Mundial. Mi objetivo como entrenador es que ellos sean el futuro de nuestra Selección".

Argentina es el que más se coronó en mundiales Sub-20 con seis títulos, seguido por Brasil que suma cinco.

Claves

Dominador


Argentina resultó claramente superior en la etapa inicial. Se apoderó de la posesión del balón y generó diversas situaciones contra el arco de Mali. El déficit estuvo en la falta de puntería para concretarlas, principalmente por Gaich, quien recién rompió el cero al largar el complemento.

Reaccionó

Mali salió decidido luego de caer abajo en el marcador a empatarlo. Lo tuvo en varias ocasiones hasta que lo concretó Diaby mediante un gran cabezazo. Luego, se hizo parejo el trámite, teniendo cada seleccionado algunas chances de marcar el gol de la clasificación.

Emotivo

Los 30' del alargue fueron lo mejor del partido. Primero la Argentina se puso arriba con el grito de Diaby en contra de su arco y parecía que llegar a cuartos era una realidad. Aunque en el epílogo y luego de una desconcentración nacional, Mali lo empató. En los penales, la eficacia fue africana.