Valparaíso comienza a aparecer en el horizonte del Dakar y los sanjuaninos que siguen en la competencia sufrieron ayer mas de la cuenta para continuar su marcha. Alberto Ontiveros y Ricardo Martínez coincidían en el vivac de Iquique que por un lado estaban un poco molestos porque padecieron problemas que les hizo descender en la clasificación general, aunque pudieron finalmente solucionarlos y así el objetivo principal, completar la vuelta, sigue en pie.
En motos, el ‘Puchi’ Ontiveros finalizó en el puesto 75 de esta novena etapa, entre los 79 que arribaron a la meta al cierre de esta edición. “Venía muy bien, en una pista que me sentía muy bien, y de repente se rompió la torre de navegación. No me caí ni se golpeó, simplemente se rompió. Eso fue en el kilómetro 80 y tuve que sostenerla con precintos y sogas que me prestaban otros competidores”, afirmó el sanjuanino. Debido al retraso, Ontiveros cayó 6 puestos en la clasificación general y ahora está 47. “Por suerte no se cortaron los cables de navegación, sino no hubiera tenido registros de mi recorrido y así, quedaba desclasificado”, se consoló el piloto de la Yamaha #79.
“Así es esto, venía muy contento y de repente se me hizo la noche. Esto es día a día”, completó Ontiveros, que si bien se mantiene como el mejor cuarto piloto argentino, ahora quedó a 2h15m del catamarqueño Demelchoris, el que se ubica en la tercer posición.
En autos, Ricardo Martínez pasó en un instante de pelear por igualar o mejorar su mejor performance en una etapa (puesto 36) a casi abandonar, por problemas en la presión de combustible. “Faltaban seis kilómetros para completar la especial y falló la bomba. Nos pasamos casi una hora tratando de arreglar y fuimos remolcados por un camión hasta la bajada previa a Iquique. Allí, pudimos seguir por nuestros propios medios”, detalló el piloto de la Amarok #391. Así, el sanjuanino arribó en el puesto 50 del día y cayó 3 puestos en la clasificación general, por lo que ahora se ubica 38.
Ninguno de los dos quiere hablar de futuro, de las cuatro etapas que faltan. Ambos ya dejaron atrás el sinsabor del día y buscaban el descanso reparador con la buena noticia que el inconveniente que padecieron era solucionado completamente por los mecánicos.
Hoy comienza otro día.