El tenista número uno del mundo, el serbio Novak Djokovic, se quebró de la emoción ayer en su país por el recibimiento que le dio una multitud en la celebración de su reciente conquista en el US Open que significó su 24to. Grand Slam.

La leyenda del tenis serbio saludó a sus compatriotas quienes se dieron cita en el famoso balcón de la Asamblea Nacional de Belgrado y rompió en llanto, acompañado del plantel masculino de básquetbol, subcampeón del mundo en el Mundial que se desarrolló en Filipinas, Japón e Indonesia.

Djokovic, de 36 años, venció el domingo pasado al ruso Daniil Medvédev en la final del Abierto de los Estados Unidos. "Nole" logró su cuarto título en el US Open y su 24to Grand Slam, sacando más ventaja sobre el español Rafael Nadal (22) y el suizo Roger Federer (20).

El número uno del ranking ATP salió al balcón con el plantel masculino de básquetbol y de hecho, fueron los basquetbolistas quienes trataron de consolarlo.

Es que el tenista no pudo ocultar sus emociones en plena celebración, sobrepasado por el amor y el cariño de sus seguidores y admiradores.