Ver el sacrificio de los pedaleros encima de sus bicicletas. Pedaleando, subiendo los 2.672 msnm casi a paso de hombre. Ese espectáculo ciclístico se da sólo para la Vuelta de San Juan. Y así lo entienden cada vez mejor los sanjuaninos, que en esta ocasión se dieron cita para ser partícipes en primera persona. Aproximadamente fueron 1.500 personas las que se acercaron a El Colorado, en el departamento Iglesia, ubicado a casi 148 kilómetros de la ciudad capital para observar el cierre del parcial.

La etapa “reina” se realizó nuevamente en un día laboral y ese temor ya había roto el hielo el año anterior cuando también se realizó en la jornada de miércoles. Aquella vez convocó más de mil personas en la meta. Esta vez, la pasión siguió en aumento porque fueron 1.500 personas las que madrugaron para darse cita en lo alto de la montaña. Desde la Policía informaron que el paso de los aficionados comenzó a darse a las 6. Sabiendo que a las 8 se largaba la competencia y que con el pelotón en movimiento sería más complicado llegar a destino. El público vivió la previa con un clima más que agradable. Es que la brisa de aire fresco y las nubes que cubrieron el cielo por momentos, ‘agasajaron’ a los fanáticos con una jornada estupenda. Algunos con cartas, otros con el mate y los más ansiosos que encendieron el fuego desde temprano para esperar la llegada del pelotón degustando de un rico asado, le dieron el color a la mañana. Por eso, la pasión sigue en aumento.