Ni siquiera la angustiante clasificación al mundial de fútbol de Sudáfrica del año que viene conseguida el miércoles pasado en Uruguay le permitió a la selección argentina contar con un momento de tranquilidad. El propio Diego Maradona se encargó unos minutos más tarde del partido de sacudir nuevamente el avispero con unas declaraciones tan fuera de lugar por sus ofensivas frases. Para colmo, su enervado revanchismo, ni contaba con respaldo deportivo.
Si bien al otro día el presidente de AFA, Julio Grondona, declaró que no contemplaba sancionar al técnico, hecho que se encarga ahora directamente el titular de FIFA, Joseph Blatter, sí se viene una importante jugada en el trabado tablero de ajedrez de las relaciones con Maradona. El 4 de noviembre se vence el contrato de los otros integrantes del cuerpo técnico y son cada día más firmes las versiones que indican que ‘el único hombre de confianza’ de Maradona, Alejandro Mancuso, será solamente el que no continuará hasta el Mundial, debido a su ‘sídieguismo’.
Grondona ya se encargó de no darle un gusto a Maradona cuando pidió de todas las formas posibles contar a su lado con Oscar Ruggeri. Por otro lado, Maradona ya advirtió un par de veces, antes de los últimos dos partidos e inmediatamente después de la clasificación, que para seguir en el cargo, piensa en imponer un par de condiciones. Esto se interpretó que Maradona quiere lo más lejos posible a Carlos Bilardo, a pesar de la puesta en escena de los dos llorando juntos en el medio del Centenario.
Ahora, si Maradona anuncia condiciones y del otro lado se escucha que van a sacarle al hombre que más confía, las preguntas brotan espontáneamente. ¿Es una movida silenciosa para ‘obligar’ a Maradona a tener otra reacción intempestiva y que pegue el portazo para alejarse solo? Y si esta especulación fuera cierta, ¿Realmente lo hará Maradona? Porque si bien alcanzó la clasificación con la selección, hasta ahora no cuenta justamente con una imagen positiva como director técnico: la selección perdió mucho, con una goleada histórica incluida, y luego se despacha con declaraciones inadmisibles en cualquier sociedad. El panorama indica que continuará una relación muy forzada hasta el Mundial, con Grondona tratando de llevar las (invisibles) riendas bien cortas. Igual, la bomba nunca estará desactivada.