La última carrera del año rutero, que dejó mucha tela para cortar y que será analizada como corresponde en estas páginas, tuvo de todo. Color y calor dentro y fuera de la ruta, con el generoso aporte de los ciclistas que brindaron su esfuerzo para darle forma a una carrera entretenida y con el apasionado fervor del público que colmó las banquinas y alentó a sus créditos.

El circuito Clausura de La Bebida, aún con muchas ausencias, contuvo en su desarrollo todos los ingredientes que conforman esa receta mágica que nos permite a los sanjuaninos gritar orgullosos a los cuatro vientos que “somos la Capital del ciclismo”.

Parece que fue ayer cuando se inició este calendario con victoria de Darío Díaz en la Vuelta de 9 de Julio, el 14 de octubre de 2012. Muchos fueron los kilómetros, demasiadas las emociones. Los momentos gratos superaron a los tristes y una de las imágenes que así lo reflejan fue, aparte del espectáculo deportivo, la participación de la gente en una rifa que se hizo gratuitamente y cuyo premio fue una bicicleta donada por José Marzano, vicepresidente a cargo de la presidencia de la Federación Ciclista Sanjuanina.